Noche de chicos (Gekkan shoujo nozaki-kun)

Capitulo 4: Fuegos artificiales

Dios, Mikoshiba estaba seguro de que tratar con Nozaki iba a ser difícil, ya que nunca sabía que esperarse del famoso mangaka. Como cuando la pequeña Chiyo le llevo tinta pensando que Nozaki estaba en la fecha límite y según le había contado, el senpai y Wakamatsu habían hecho lo mismo. El pelirrojo no estaba seguro de que tipo de chica debía de programarle, ya antes había caído en ese error dejándose llevar por la apariencia.

Soltó un bufido, se arriesgaría haciendo a una pequeña y virtual Sakura. Comenzó a modificar a la chica de manera que en actitud y físico fuera igual a la pintora. Hori-senpai había sido un reto que había logrado superar ahora le quedaba el último y más difícil pero, sin importar que intentaría que su mejor amigo abriera los ojos ante el amor y se dejara llevar como los personajes de su tan afamado manga.

-¿Estás listo Nozaki?- Pregunto Mamiko al mangaka quien asintió con una expresión tan seria que cualquier persona pensaría que se trataba de un asunto de vida o muerte.

-Suerte Senpai- Le deseo Wakamatsu con la esperanza que su senpai pudiera ganarle al chico de cabellos rojos. Mikoshiba tomo uno de los mandos de la consola seleccionando ==Comienza tu historia de amor con tu Perfect Girl

Tras la típica introducción digna de un anime shoujo super dulce y amoroso, de esos que prometen causarte suspiros de emoción en cada capítulo por fin empezó la nueva trama que, al igual que con Hori, era totalmente distinta a la de los otros chicos. Hori y Waka estaban rezando porque el escritor tuviera buena suerte y lograra ganar el reto de ese demonio rojo.

La primera escena parecía ser en un salón de arte, había muchas pinturas y esculturas en unas estanterías. Entonces, apareció la perfect girl que por su parecido sorprendió al senpai y al kouhai. ¡Era como Sakura pero con el cabello de color castaño! Hasta tenía los dos moños en el cabello que la chica siempre solía usar.

-Esperen...esa no es, ¿Sakura-senpai?-Pregunto el joven y confundido Wakamatsu señalando la pantalla a lo que los demás le dieron la razón a excepción de Nozaki, quien se veía absorto mirando a la chica.

Mikoshiba sonrió al ver a su gran amigo tan embelesado con la figura de la chica, parecía que iba por un buen camino. El pelirrojo se dejó cegar por una nube de satisfacción sin recordar que, nunca esperes que Nozaki haga lo que estás pensando.

-¿En serio?-Pregunto Nozaki mirando a la chica más de cerca, a su parecer le recordaba más a Mamiko por los listones en su cabello. Está de más decir que la inspiración para Mamiko se fue a una esquina a lloriquear por su mala suerte.

Richan: ¿Un estudiante nuevo? Lo siento, ya es algo tarde y el club de arte acaba de terminar su hora. Muy pronto cerraran la escuela asi que...deberíamos irnos. (*sonrojo*)

==¿Club de arte? Yo buscaba el de música.

==Ya que se fueron todos...podríamos hacer "cosas divertidas" *ceja ceja*

==¿Puedo acompañarte a tu casa? Es peligroso que una chica tan pequeña y linda ande sola por ahí.

==Te acompaño a la salida.

A decir verdad a los otros dos chicos también les daba mucha curiosidad sobre que opciones elegiría Nozaki. Según las criticas él podía "entender el corazón de las chicas" pero eso solo ocurría cuando escribía sus mangas, en la vida real era una completa papa en eso y aun peor, no parecía importarle.

Por debajo de la mesa los tres chicos hacían apuestas de que opción elegiría, Waka como el tímido y fiel kouhai que era aposto a la tercera opción, Hori a la primera y Mikoshiba a la cuarta. La segunda había sido descartada por razones obvias, el mangaka a veces era demasiado inocente.