03

631 63 8
                                    


- ¿Pasa algo Zenitsu? Tu olor es amargo, ¿Qué te preocupa? -.

- No es nada, solo estoy nervioso por la misión – respondió, intentando sonreír, pero en su lugar genero una mueca.

Tanjiro sabía que estaba mintiendo, pero prefirió preguntarle cuando regresara de su misión.

.

.

.

Al abrir la puerta de tatami miro la habitación que parecía vacía y camino hacia delante, sabia que el mayor se encontraba ahí porque podía escucharlo.

-He llegado, señor Muzan – hablo mientras hacia una reverencia.

-Cuanto tiempo sin verte, Zenitsu –.

.

Zenitsu corroboro la información que había mandado y agrego otras cosas que había obtenido recientemente, le dijo al mayor los planes que tenia para poder ganar y el demonio frente a él sonrió y mostro el orgullo que sentía por su perspicacia. La atención que le brindaba el mayor causaba una calidez en el rubio, que, por unos momentos olvido todas sus dudas y se enfoco en hacer sentir orgulloso al ser que él veía como un padre.

Pero cuando Zenitsu pregunto el motivo por el cual fue llamado, aquella calidez se apago y las dudas se volvieron más sofocantes.

- Hay un cazador que quiero que elimines, usa aretes en forma de carta hanafuda, tiene el cabello y los ojos de color rojo, su nombre es Kamado...

- Tanjiro - interrumpió inconscientemente. La voz monótona que uso molesto levente al demonio.

Muzan odiaba cuando lo interrumpían y el rubio lo sabía, por lo que hizo una reverencia y se disculpó.

- ¿Cuál es tu relación con él? -.

- Es mi novio – contesto apenado.

- Entonces, ¿lo prefieres más a él? -.

- ¡No! Yo... - hablo alterado, mostrando su inseguridad.

- Tu corazón duda – dijo poniendo una mano en su pecho y mirando al rubio con tristeza.

- No es así – murmuro alterado.

- Vete, no quiero que me sigas demostrando tu favoritismo – exclamo lo último mirándolo decepcionado.

- Por favor escúcheme – pidió débilmente. Pero, antes de que pudiera decir algo más, el sonido emitido por una biwa se escuchó en la habitación y el rubio cayo cerca de una cascada.

- ¡Mierda! – grito alterado golpeando el suelo y comenzando a llorar, sentía que había arruinado todo.

Se sentó en la tierra y levanto la mirada para admirar la luna por unos segundos.

- Señor Muzan, es mi héroe – hablo el pequeño niño mientras se dirigía a abrazar al adulto – Douma me lo conto todo, yo le debo la vida – dijo sonriendo y abrazando con más cariño al demonio.

El repentino recuerdo lo altero más y la asfixiante presión le hizo decidir sin poder discurrir bien en sus opciones. – Debo obedecer al señor Muzan – susurro bajando la mirada, abrazo sus piernas y se meció levemente hacia adelante y atrás mientras repetía – Debo obedecer al señor Muzan, ¡Debo hacerlo! – después de unos minutos volvió a alzar la mirada y trato de sonreír - ¡Yo! – grito. Mordió su labio inferior y murmuro – <Soy débil> Yo lo haré, puedo hacerlo dijo intentando sonreír y fallando en el acto. Las lágrimas que intento reprimir salieron tan fácil, que la única confidente del dolor que sentía el rubio, era la Luna. 


"Yo le debo la vida... no debo dudar"

"Matare a Tanjiro"

"Lo siento, lo siento, lo siento" – repitió infinidad de veces una disculpa que nunca sería escuchada por el Kamado mayor. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 19, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

TraidorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora