Traidor

Extra 1

-Yo puedo serle útil – hablo intentando salvar su vida – Puedo ser su cómplice de día y noche, por favor déjeme vivir-.

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Aquella situación le causo interés, usar humanos para conseguir información del lirio araña azul parecía algo bastante útil, pero, los humanos que él intentaba "reclutar" huían durante la mañana, esperando escapar de una muerte inevitable por traición.

Muzan necesitaba un humano leal y útil, y aunque la idea le desagradara, decidió preguntarle a Douma sobre el comportamiento humano.

- Los humanos son leales a las personas que admiran y aman, si ellos sienten miedo, escaparan en la primera oportunidad que tengan -.

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Trato de fingir amabilidad, pero aun así las personas huían.

Molesto por sentir que sus planes se seguirían frustrando, decidió ir a torturar a las personas que vivieran lejos del pueblo. Entro a una pequeña caballa y lastimo ala joven pareja que habitaba ahí, primero se comió al hombre y justo antes de poder morder el brazo de la mujer, escucho un llanto cercano, bajo el cuerpo de la mujer y se dirigió a la habitación donde provenía el sonido, se acerco ala cuna y alzando uno de sus tentáculos, quiso lastimar al bebé, pero se detuvo a centímetros de su rostro al ver como la reacción del bebé cambiaba de una chillona a una feliz con solo mirarlo, el pequeño extendió sus brazos, indicándole al mayor que lo cargara y así lo hizo, Muzan alzó al bebé y miro con rareza al pequeño que seguía sonriéndole como si no fuera un monstruo, antes de que el mayor pudiera hablar, fue interrumpido por el débil hablar de la mujer que antes intento comer – no lo lastimes, por favor – suplico arrastrándose débilmente ala dirección del demonio, él se molestó por la intrusión y con uno de sus tentáculos aplasto la cabeza de la mujer, salpicando parte del pequeño rostro del bebé, el infante a pesar de no saber lo que estaba pasando empezó a llorar y él mayor lo abrazo en un intento de consolarlo – No llores pequeño... Zenitsu – nombro al pequeño con una sonrisa, había encontrado al humano ideal y presentía que sería más útil que cualquier otro humano.

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- Y así fue como el señor Muzan te rescato de aquel callejón donde te habían abandonado tus padres  -.

- ¡El señor Muzan es increíble! – exclamo feliz mientras levantaba sus pequeños brazos para hacer énfasis en sus palabras. – Pero ¿Por qué me salvo a mí? – pregunto desanimado. – No soy especial -. 

- Eres muy especial Zenitsu, ¿Quién te ha dicho lo contrario? – pregunto fingiendo una cara de preocupación.

- Los hijos del señor Yamamoto, me molestan diciendo que no tengo padres y que no soy especial como ellos – hablo bajando su mirada.

- No te preocupes Zenitsu, le diré al señor Muzan que hable con la familia Yamamoto para que dejen de molestarte – comento mientras acariciaba la cabeza del niño.

Douma vio que el pequeño seguía llorando, así que sonrió y le dijo – El señor Muzan pudo ver en ti, lo que tus padres no vieron, por eso te salvo, eres muy importante y especial Zenitsu, mucho mas que esos niños – dijo conservando su falsa sonrisa - Ahora duerme – finalizo, cubriendo al pequeño con una cobija y saliendo de la habitación.

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- Señor Muzan, me regalaron esta papa cuando venia de regreso, mire – exclamo feliz mientras le mostraba la papa al mayor.

- Que linda Zenitsu -respondió el mayor fingiendo interés.

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- Te compre este yukata ¿Te gusta?

- ¡Me encanta! Gracias, señor Muzan -.

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- Eres importante para mí, Zenitsu -.

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- ¡Feliz cumpleaños Zenitsu!

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- Nunca olvides lo especial que eres para mi -.

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Tantas palabras, tantos recuerdos y emociones...

Todo lo hacia dudar

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Apesar de que Muzan era un demonio y no era completamente honesto con el pequeño, había una parte que el menor interpreto como amor, el pequeño latido suave que emitía Muzan cuando estaba con él, hacia creer al pequeño Zenitsu que era el aprecio que le tenia el mayor, el amor de padre que imaginaba tenia por él. Y realmente no estaba tan equivocado.