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Llegaba tarde, estaba asustada, su primer examen para ingresar a la carrera que ella quería podía correr riesgo por un estúpido descuido suyo.

Se le olvidó colocar la alarma que la despertaría esa mañana dando como resultado llegar tarde a uno de los más importantes exámenes que daría a lo largo de su vida.

Tocó la puerta del salón con su mano temblorosa, asustada, en espera de una mala reacción.

Aunque la sorpresa fue grande al ver que no era la profesora quién abrió la puerta.

Lalisa Manoban estaba de pie con una sonrisa rectangular recibiéndola en la entrada del salón.

Jennie abrió los ojos entre sorprendida y aliviada.

- La profesora aún no llega - sonrió Lisa, tomándola de la mano para adentrarse al aula.

No había mucha gente, aún así había la suficiente como para que se hiciera un gran alboroto en la habitación.

A ella en particular no le agradaba el ruido así que no hizo más que bufar, frustrada.

Fue a su lugar y se sentó suspirando por el cansancio más que por alivio; independiente de que se haya levantado tarde, seguía agotada y en ese momento sólo se culpaba a las largas horas que le dedicó al estudio.

- ¡Silencio!

Y un estrepitoso golpe se escuchó para luego darle la bienvenida a un silencio escalofriante.

Miró hacia las manos de la ya anciana profesora y tragó duro al ver el gran maso de hojas que en sólo unos minutos debía contestar.

Estaba segura de que esas hojas eran muchas más de las que ella había estudiado.

Y se puso nerviosa, muy nerviosa porque se dio cuenta de que quizás, no había estudiado lo suficiente para pasar esa materia.

Respiró profundamente cuando la prueba fue situada frente suyo y viendo la primera respuesta se tranquilizó.

Eso lo sabía, lo había estudiado uno de esos tantos días. Si el examen seguía así de fácil podría estar tranquila.

Solos necesitaba respirar, pensar, y responder con prudencia.

i learned it from you; [Linnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora