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Lisa salió de su casa corriendo, sujetó su bicicleta con ambas manos y se subió a ella tan rápido que pudo haberse caído.

Con su antebrazo, secaba las lágrimas en sus ojos.

𝘕𝘰, 𝘯𝘰 𝘦𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥.

Aún así, la noticia se repetía una y otra, y otra vez en su cabeza.

"𝘚𝘦𝘶́𝘭 𝘴𝘶𝘧𝘳𝘦 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘵𝘦𝘳𝘳𝘪𝘣𝘭𝘦 𝘤𝘢𝘯𝘵𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘥𝘦 𝘴𝘶𝘪𝘤𝘪𝘥𝘪𝘰𝘴 𝘶́𝘭𝘵𝘪𝘮𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘶𝘯𝘰 𝘥𝘦                                       𝘭𝘰𝘴 𝘮𝘢́𝘴 𝘳𝘦𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘰𝘤𝘶𝘳𝘳𝘪𝘰́ 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦."

Hasta ahí, era sólo una noticia más, una noticia que pasaría desapercibida por lo que, con desinterés tomó el control remoto entre sus manos he intentó cambiar de canal.

"𝘒𝘪𝘮 𝘑𝘦𝘯𝘯𝘪𝘦 𝘦𝘴 𝘦𝘭 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘫𝘰𝘷𝘦𝘯 𝘥𝘦 17 𝘢𝘯̃𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘰𝘺, 5 𝘥𝘦 𝘖𝘤𝘵𝘶𝘣𝘳𝘦 𝘩𝘢 𝘧𝘢𝘭𝘭𝘦𝘤𝘪𝘥𝘰 𝘢 𝘤𝘢𝘶𝘴𝘢 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘵𝘦𝘳𝘳𝘪𝘣𝘭𝘦 𝘤𝘢𝘪́𝘥𝘢. 𝘈𝘶́𝘯 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘦 𝘭𝘢 𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘥𝘦 𝘦́𝘴𝘵𝘢, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘴𝘦 𝘥𝘪𝘤𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢 𝘴𝘪𝘥𝘰 𝘴𝘶𝘪𝘤𝘪𝘥𝘪𝘰."

Y ahora que estaba ahí, en su bicicleta sin poder siquiera abrir sus ojos.

Las lágrimas seguían cayendo y es que ella, hasta ese momento no se dio cuenta del por qué.

Con todas las fuerzas que le quedaban, intentó pedalear lo más rápido. Los autos con los que se cruzaba tocaban sus bocinas al ver la despreocupada que era la joven con su vida.

A ella poco le importó ya que en sus oídos sólo había un pitido.

Llegó a la casa de Jennie, en el que habían varios policías y una ambulancia.

- ¡𝘜𝘯𝘯𝘪𝘦! ¡𝘊𝘰𝘯 𝘭𝘢 𝘩𝘢𝘳𝘪𝘯𝘢 𝘯𝘰 𝘴𝘦 𝘫𝘶𝘦𝘨𝘢!

- ¡𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘮𝘪𝘳𝘢, 𝘵𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢́𝘴 𝘳𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰!

- 𝘕𝘰 𝘦𝘴 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥.

- ¡𝘊𝘭𝘢𝘳𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘪́!

- 𝘠𝘢, 𝘲𝘶𝘪𝘻𝘢́, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘴𝘰́𝘭𝘰 𝘶𝘯 𝘱𝘰𝘲𝘶𝘪𝘵𝘰.

El sonido de unas ruedas de plástico chocando contra el cemento hicieron que detuviera su camino.

- 𝘛𝘶 𝘴𝘰𝘯𝘳𝘪𝘴𝘢 𝘦𝘴 𝘮𝘶𝘺 𝘣𝘰𝘯𝘪𝘵𝘢, 𝘕𝘪𝘯𝘪, ¿𝘱𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘴𝘰𝘯𝘳𝘦𝘪́𝘳?

- 𝘚𝘦 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦 𝘢 𝘭𝘢 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘳𝘢𝘵𝘰́𝘯.

- ¡𝘊𝘭𝘢𝘳𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰! 𝘌𝘴 𝘪𝘨𝘶𝘢𝘭 𝘢 𝘭𝘢 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘨𝘢𝘵𝘪𝘵𝘢.

Un pequeño bolso negro, largo, era trasladado en una camilla.

- 𝘒𝘪𝘮 𝘑𝘦𝘯𝘯𝘪𝘦, ¿𝘘𝘶𝘦́ 𝘵𝘦 𝘥𝘪𝘫𝘦 𝘥𝘦 𝘳𝘰𝘮𝘱𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴? ¡𝘌𝘴𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘮𝘢𝘭!

- 𝘓𝘰 𝘢𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪́ 𝘥𝘦 𝘵𝘪, 𝘶𝘯𝘯𝘪𝘦.

Se arrodilló, con lágrimas cayendo de forma más brusca.

- ¿𝘈 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘳𝘦𝘧𝘪𝘦𝘳𝘦𝘴?

- 𝘔𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢𝘴, 𝘶𝘯𝘯𝘪𝘦.

- 𝘚𝘰𝘺 𝘩𝘦𝘵𝘦𝘳𝘰𝘴𝘦𝘹𝘶𝘢𝘭 𝘑𝘦𝘯𝘯𝘪𝘦.

Se aferró a las delgadas plataformas que sostenían la camilla, recibiendo quejas de los muchachos encargados de la misma, sacudiéndola para ver si así se despegaba de ella.

- ¡No! - gritó apenas intentaron separarla  de la camilla una vez vieron que no funcionaba.

Rápidamente, con un temblor en sus manos, abrió el pequeño cierre del bolso que contenía a una Jennie que nunca más le daría esa sonrisa que pocas veces la vio esbozar. 

- 𝘓𝘢 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘦𝘴 𝘪𝘯𝘦𝘷𝘪𝘵𝘢𝘣𝘭𝘦, 𝘓𝘪𝘴𝘢.

- 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘳𝘢 𝘮𝘪 𝘩𝘢́𝘮𝘴𝘵𝘦𝘳, 𝘑𝘦𝘯𝘯𝘪𝘦.

- 𝘠𝘢, 𝘯𝘰 𝘭𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴, 𝘷𝘦𝘯 𝘢𝘲𝘶𝘪́.

Ahora, Lisa se encontraba llorando en el hombro de la misma chica que hace unos días le había invitado a estudiar. Aunque ahora, su consuelo no existía, el brillo en los ojos de aquella chica ya no existía.

- ¿Po-por qué? - sujetó el rostro pálido de la menor entre sus manos, sin recibir ninguna respuesta además de lo helada que se volvió su palma - ¿¡Por que lo hiciste, idiota!?

A esa altura, ya nadie estaba deteniendo a Lisa. Quizás estaban conmovidos por los gritos desgarradores de la muchacha, o quizás solo entendieron que no habría forma de quitarla de encima.

- ¡Tu estarías conmigo! ¡Lo prometiste! ¡Íbamos a comprar un hámster porque dijiste que no querías verme triste! ¡Lo prometiste...! - su voz se rompió - lo prometiste, Nini...

Y sin más que hacer, lloró encima del cadáver que una vez amó, pero que dejó ir antes de siquiera darse cuenta de sus sentimientos.







ACLARACIONES⚠️

Jennie se suicidó porque no era correspondida, y hace tiempo llevaba problemas de todo tipo encima, todos tenemos diferentes formas de afrontar las cosas.
Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, Lisa.

i learned it from you; [Linnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora