Te encontraré en mis sueños

Capítulo 1: Cuatro mil millas lejos de casa

-¡Nos volveremos a encontrar!- Es lo único que recuerdo del sueño que acabo de tener. Son las cinco y media de la mañana. Estoy sudando y temblando como loca y no recuerdo por qué. Hace más de 3 años que no tengo pesadillas y no es momento para recaer. Tal vez el mudarme tan lejos de casa, a un país que no conozco, persiguiendo mis sueños, es lo que me tiene ansiosa.

Voy en busca de un vaso con agua. Luego entro en el baño y al mirarme al espejo me doy cuenta que ya no soy la misma.

Hace dos semanas que deje a mi familia y a mis amigos por perseguir el trabajo de mis sueños. Ahora vivo en una de las ciudades más bonitas de Estados Unidos. Tengo un pequeño departamento al norte de la ciudad que cuenta con un baño, dos cuartos, un estudio, una sala, un comedor y un pequeño balcón. ¿Para qué quiero más? Sí, solo soy yo y nadie más.

Regreso a la cama dándome cuenta de que en menos de 3 horas tendré que salir a mi primer día de trabajo como locutora en una de las emisoras de radio más importantes de la ciudad. Sin nada más qué hacer y sin ganas de volver a dormir, agarro mi computadora portátil y decido revisar mi correo electrónico. ¡Wow, hace más de dos días que no lo reviso y tengo más de 180 correos! La mayoría son publicidad y otros cuantos de mis antiguos compañeros preguntándome cómo me va. De repente leo un destinatario que creí jamás volver a encontrar: Alejandro Santacruz.

De: Alejandro Santacruz ()

Para: Paulina Guerra ()

Fecha: 4 de noviembre de 2014, 10:30 p.m

Asunto: Recuerdos

Pau, no se si hago bien al escribirte pero no puedo dejar de decirte lo mucho que te echo de menos. Cometí el error más grande de mi vida, lo sé, soy consciente de ello. Quiero que me perdones, quiero que vuelvas conmigo. No importa si estás a millas de mi, volaré tan lejos como tu me lo permitas solo para sentirte a mi lado una vez más. Sólo déjame explicarte lo que significas para mi.

Te ama

Alejandro.

¿Y éste que se fumo? ¿Qué vuelva con él? ¿Desde cuando uno perdona al hombre que era su prometido y que encontró una noche antes de su boda en la cama con su mejor amiga? Aquella noche que marcó mi vida para siempre. ¡Será estúpido el muy imbécil! Con toda la ira que me carcome y los nervios que aún me recorren el cuerpo decido responderle al muy cabrón.

De: Paulina Guerra ()

Para: Alejandro Santacruz ()

Fecha: 5 de noviembre de 2014, 06:10 a.m

Asunto: ¿Qué recuerdos?

Y tu, ¿qué te has creído? Creo haberte dejado claro que no quiero volver a saber nada de ti ni de Martina lo que me resta de la existencia. Ahórrate las excusas que no te van, envuélvelas en un papel y métetelas por el culo. A partir de ahora Alejandro Santacruz somos dos desconocidos. Si te vi, ni me acuerdo. Y, si alguna vez nos volvemos a cruzar ni se te ocurra dirigirme la palabra porque sabrás quien es Paulina Guerra.

Hasta la otra vida, ¡CABRÓN!

Enojada y fastidiada me levanto y me dirijo a la ducha. 45 minutos después ya estoy vestida, peinada y maquillada para afrontar mi primer día de trabajo. No sin antes tomar una buena dosis personal de café. Mientras salgo del apartamento a tomar el ascensor suena mi celular.

-Cielo mío, ¿Lista para tu primer día de trabajo?

-¡Mamá!- digo con nostalgia al pensar lo sola que se debe sentir sin mi y sin papá a su lado. - Más que lista, acabo de salir del apartamento.