Ha sido un día bastante largo. Nathan ha estado intentando comunicarse conmigo de mil formas pero como puedo lo ignoro. Ahora mismo no quiero verlo o escucharlo. Ni a él ni a Nicolás. ¡Oh, bueno! Sí a Nicolás me muero por verlo, así esté enojada, necesito verlo. Pero me mantendré en mi posición.
-Paulina, es Nathan otra vez al teléfono- Me dice Caroline, la productora del programa nocturno. -¿Es en serio? ¿No se cansa?- le digo agotada. -Deberías atender, parece que es urgente-
Resignada levanto la bocina del teléfono en mi escritorio.
-¿Bueno?
-Paulina, soy yo Nathan. Por favor, no me cuelgues-
-Tienes 20 segundos, Nathan-
-Es Luke. No sabemos de él desde ayer en la mañana-
Me quedo estupefacta. Seguramente fue a avisarme ayer en la tarde, se encontró con Nicolás, luego se pelearon y finalmente lo eché de mi casa no lo deje hablar.
-¿¡Pau, estás ahí!?
-¿Qué pasó? ¿Cómo? ¿Lo han llamado? ¿A donde iba?-
-Sabía que no debía contarte esto por teléfono, pero no me atendías ni en la emisora, ni en ninguna parte-
-¿Dónde estás? Ya salgo para allá-
Llegó a la casa de Luke y Nathan y en la puerta me recibe una Susan triste y muerta de miedo. La abrazo y le digo que todo va a estar bien. Adentro está Nathan con otros hombres que reconozco de aquella noche en el bar. Cuando alza la cabeza me ve y duda si venir hacia mí o esperar que sea yo la que me acerque. Voy hacia donde esta él y lo abrazo. Hoy no se trata de mi, ni de él, se trata de Luke y necesitamos estar fuertes y en sintonía porque Luke podría necesitarnos en cualquier momento.
Me cuenta que, efectivamente, fue ayer a mi casa a contarmelo pero que el ver a Nicolás lo descoloco y luego una cosa llevo a la otro y el resto de historia ya la conozco. Me dice que ayer Luke quedo de encontrarse con Susan en la playa donde nos conocimos pero jamás llegó. Su celular está apagado y la camioneta sigue en el parqueadero al igual que su ropa en el closet.
La policía aún no ha hecho nada. Se necesita que una persona esté desaparecida más de 48 horas para empezar la investigación.
Tengo miedo. ¿Qué tal si algo malo le paso? ¿Y si necesita ayuda? Por nada del mundo quiero volver a perder a alguien tan importante para mí.
-¿Qué podemos hacer?- Le digo a Nathan quién, estoy segura, ve el miedo en mis ojos.
-Todo estará bien. Vamos a salir a buscarlo con los muchachos. Conocemos lugares, conocemos gente- Me dice mientras me abraza. Me dejo consolar.
-¡Quiero ir con ustedes!- Ordeno.
-No Paulina. Vamos a lugares que nisiquiera yo estoy seguro de visitar. Por favor, no me hagas esto más dificil-
-¡Entonces, ¿Qué hago? ¿Me quedo cruzada de brazos mientras Luke podría estar necesitándonos?- Le grito.
-Por favor, Paulina. No puedo salvar a dos personas al mismo tiempo- Me resigno. Pero buscaré por mi lado.
Los muchachos se van y me quedo con Susan en la cabaña. Le preparo un té y hago que se recueste y tome una siesta. La pobre no ha dormido en muchas hora y el cansancio es notable. Cuando por fin está dormida, me levanto y voy hacia el cuarto de Luke.
Es un espacio refrescante. Digno de él. En la pared cuelgan varias tablas de surf. Su cama está tendida. Su ropa organizada. No hay nada que indique que salía de afán o que tuviera algún pendiente urgente por resolver.
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Te encontraré en mis sueños
RomanceEstoy a más de cuatro mil millas de mi familia y mi pasado. Un pasado que me dejo sin mejor amiga, sin el que era "el amor de mi vida" y lo más importante y lo más triste: sin padre. Necesito ese borrón y cuenta nueva del que tanto hablan. Lo que n...