Capítulo 8: ¡No de nuevo!

31 3 0
                                    

Ok. Ya lo entendí. ¿O no? Paso una excelente noche con el que creo es un muy buen hombre y de repente este príncipe me deja como una tarada enfrente de mi casa...Sí, son cosas de Paulina Guerra y su "extraordinaria vida". ¿Pero y qué? Nada que un litro de helado de chocolate no pueda curar.

Esta mañana levanto con una nueva filosofía de vida: ¡Yo no vine a hacer amigos! Exacto, ese el punto. Y mientras más alejada este del sexo masculino, más feliz seré. A la mierda Nathan, a la mierda Nicolás, A la mierda todo el mundo. ¡A partir de hoy me comeré el mundo!

Los días y las semanas pasan. Nada por aquí, nada por allá lo que me ha dejado vivir en paz todo este tiempo. Sin embargo no todo ha sido color de rosa, luego de aquella noche con Nathan el video de nuestro beso se volvió viral en todas las redes sociales y todas las oyentes de En Tacones no hacen sino preguntar por el músico que me...¿Robo el corazón? ¡Bah! Sólo fue una canción y momento de debilidad.

Por otro lado Joe y Sylvia no han dejado de presionarme para que les presente a mi "amante secreto" y aunque Sylvia ya había oído de él se muere de ganas por conocerlo de frente.

Con quién si he salido es con Luke. ¿Cómo no quererlo? Se ha convertido en una pieza importante en estas últimas semanas. Luego de que Nathan le contará parte de lo sucedido no me ha dejado sola un solo instante. Salimos casi cada noche, a veces me temo de que Susan pueda ponerse en plan de novia celosa. Dice que Nathan se comportó como un idiota pero que no deja de hablar de mi y que teme volver a acercarse a mi y obtener un rechazo de mi parte. Para ser sincera, prefiero que sea así, hizo que odiara una de mis canciones favoritas.

Hoy saldré con Sylvia de shopping, porque sí que lo necesito. Un cambio de look no me caería mal. Además, creo que mi guarda ropa necesita algo que me haga sentir sexy. No es que ya no me sienta así, es sólo que después de esta historia con estos dos hombres necesito recuperar la confianza en mí.

Estoy en el lobby del edificio esperando por Sylvia cuando escucho mi nombre. Giro y no me lo creo, las piernas me tiemblan y probablemente esté más blanca que una hoja de papel. Es él, es Alejandro.

Lo último que quiero es hacer un show en la mitad de mi sitio de trabajo, así que lo agarro del brazo y lo llevo afuera.

-¿Qué demonios haces acá? ¿Cómo me encontraste?- Le espetó.

-No fue difícil encontrarte, conoces mis métodos. Y cuando quiero algo lo consigo sea al precio que sea- Un imbécil nunca deja de ser imbécil, se los aseguro.

-Alejandro no tengo nada que hablar contigo, te deje muy claro hace tiempo y en el correo que lo último que quiero es verte la cara. Así que por favor, lárgate de aquí-

-Así que es verdad, me cambiaste por este cantantucho de bar de quinta o qué crees que el videíto que protagonizan no llego al país-

Lo veo y lo escucho y no me lo creo. ¿Lo cambié?

-Ya desperdicié mucho tiempo de mi vida a tu lado, no te voy a dar un segundo más de mi vida y si no te alejas juro por la memoria de mi padre que no respondo- Inmediatamente me giro para dejarlo hablando solo pero el muy idiota me agarra del brazo y me gira de nuevo.

-Eso no lo decides tu Paulina-

-Creo que la señorita ya dejo claro lo que quería, así que por favor suéltela y déjela en paz-

¡No puedo creerlo! Al parecer Don Nicolás sólo parece cuando estoy en problemas, pero esta vez se lo agradezco.

-¿Y este quien es?- Me pregunta Alejandro mirando desafiante a Nicolás.

Te encontraré en mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora