"Hija mía...
La vida te ha mostrado distintos caminos, distintas formas, distintas emociones y distintos sentimientos. Lo seres humanos estamos hechos para crecer espiritualmente con nuestras experiencias. Cada error, cada triunfo y cada fracaso nos hacen más grandes. Jamás retrocedemos. Es por eso que hoy te pido que no te rindas nunca, que aunque el cielo este gris y haya una tormentas le muestres al mundo que no hay nada imposible para ti. Eres mi niña, mi bebé, la guerra más bonita que me dio la vida. Hoy te levantas con un año más de vida, te levantas lista para arrasar el mundo. Mi dulce ángel, muéstrale al mundo con dulzura, con fuerza, con pasión y con mucho amor de lo que estás hecha. Jamás olvides tus metas, porque mientras tengas claro lo que deseas lucharás con tesón para lograrlo. Aunque algún día no estaré a tu lado para darte la fuerza que de seguro necesitarás, mi espíritu y mi corazón siempre estarán contigo. ¡Feliz Cumpleaños Mi Paulina!
Con amor,
Tu papi".
No puedo parar de llorar. La leo, la leo y la leo y aún no puedo entender porque papá no está conmigo. Estoy segura de que sabía lo que iba a pasar, de lo contrario no lo hubiera escrito. ¡Cómo te extraño papi! Me la entregó en mi último cumpleaños, cuatro días antes de aquél fatídico suceso.
No puedo describir el torbellino que ha atravesado mi vida desde hace unas semanas. Lo que si se es que nunca antes me he sentido tan viva. Soy Paulina" mil emociones" Guerra. Pero a quién le importa. Es mi vida y he decido vivirla como se me de la gana.
Luego de la cena, que resulto ser una taza de cereal con yogurt me acuesto en el sofá para hacer un poco de zapping. Cinco minutos después alguien toca la puerta. Y como si hubiera invocado a los espíritus chocarreros ahí esta él, una vez más, Nicolás.
Respiro profundo, esto no va a ser nada bonito. Intento cerrarle la puerta en la cara, pero obviamente es más fuerte que yo y estúpidamente fracaso.
Resignada, me doy la vuelta y vuelvo al sofá. Es hora de aplicar la ley del hielo, morirá ignorado porque lo que soy yo no lo quiero ver ni en pintura.
-Paulina, me tienes que escuchar- Me espeta con un tono dictador. Lo ignoro. Escucho como cierra la puerta y da varios pasos hacia el sofá. Se que sabe que debe tener cuidado porque está en mi terreno y aquí mando yo.
-¡Vete!- Le digo aún sin mirarlo. Se que no se irá, ese hombre ahí tiene demasiadas agallas para darse por vencido. Pero sea lo que sea, se irá sin haberlo conseguido.
-Él no te conviene- Susurra.
-¿Y tu sí?- No puedo evitar decirle con un tono sarcástico. Está claro a que se refiere. Pero si he o no de salir con Nathan no es de su incumbencia y menos teniendo en cuenta su última actuación.
-Tampoco-
-Entonces, ¿Qué carajos haces acá Nicolás? Me dejaste bastante claro que no quieres estar cerca de mí. Déjame vivir mi vida y vive la tuya. No soy una niña que tienes que andar cuidando por que sí- Me volteo y le grito en la cara. –Deje mi casa, deje lo que conozco porque me cansé de que me vieran como Paulina, la Santa Paulina, ya no más Nicolás, déjame en paz-
Y sin más, me besa. Me resisto, este cabrón no puede tratarme como se le de la gana y luego venir a besarme. ¡No quiero! Por más que lo intento no logro separarme. Diez segundos más y el traicionero de mi cuerpo sucumbe. ¡Bien Paulina...Nicolás 1 – Tú 0-
De repente me doy cuenta que no llevo más que una blusa de encaje negro y unos cacheteros a juego. ¡Madre mía! El subidón que tengo ahora no me lo baja nadie. Siento como Nicolás me empuja contra la pared, su cuerpo se presiona contra el mío y me queda claro que lo que le despierto a este hombre no son pensamiento angelicales. Su respiración es rápida y se acompasa con la mía. Le urge tanto como a mi, sentirnos. De un tirón ya no tengo blusa y su camisa elegante y corbata se han esfumado sin yo darme cuenta. Con mis manos recorro su pecho totalmente escultural. Los músculos de sus brazos, se convierten en mi parte favorita. ¡Este hombre es la perdición de cualquier mujer!
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Te encontraré en mis sueños
RomanceEstoy a más de cuatro mil millas de mi familia y mi pasado. Un pasado que me dejo sin mejor amiga, sin el que era "el amor de mi vida" y lo más importante y lo más triste: sin padre. Necesito ese borrón y cuenta nueva del que tanto hablan. Lo que n...