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Jungkook se quejó amargamente entre las sábanas mientras las jalaba hacia el para que el molesto sol lo dejara seguir durmiendo un par de horas más, al sentir sus intentos inútiles bufo y abrió los ojos completamente y sintió como si el sol lo estuviese iluminando a centímetros, le ardían los ojos, la cabeza le reventaba y su espalda estaba un poco sensible. Mientras miraba al techo recordaba todo lo que lo llevó a ese departamento, a esa cama, a ese trasero y a ese chico....

"Mierda! Un chico..."

Asustado se incorporó de un solo tirón esperando ver a la otra persona a su lado, pero esta ya no estaba, ni su ropa, sus zapatos, su celular, no había nada de él ahí, como si todo hubiese sido un sueño, bueno, no todo, su arañada espalda, una mancha entre las sábanas y su relajado cuerpo le decían que efectivamente algo bueno había pasado. Se sintió intrigado por el hecho de que aquella persona lo dejara solo en su apartamento, prácticamente a un desconocido del cual supo su nombre antes de dormir, tomó sus cosas, tuvo el atrevimiento de entrar al baño, tomar una ducha y salir disparado en cuanto pudo de ahí, cerrando con seguro y corriendo a su motocicleta... como siempre ya iba tarde al trabajo.

Mientras el fresco aire golpeaba su cuerpo en las carreteras de Seul , se preguntaba cómo había llegado ahí, a ese punto de calentura... acaso tenía alguna clase de adiccion al sexo para dejarse llevar por otro chico? "Mierda!" Se repetía cada vez que lo mencionaba, pero al mismo tiempo estuvo agradecido de que aquel muchacho no se quedara con el, que se hubiera ido, le hubiera dado mucha culpa decirle que el no era gay, que todo había sido producto del alcohol y es que demonios, ese chico era tan engañoso, recordó cuando lo vio la noche anterior en aquella fiesta de halloween y lo culpo por haberlo engañado de algún modo.

*Viernes 30 de Octubre, 11:30 pm*

La música y el ambiente estaba en su mejor momento, nadie estaba tan sobrio ni tan ebrio, todos eran amigos de todos, y se percibía una que otra aura sexual en algunos rincones de aquella casa, Jeon caminaba entre el cúmulo de gente junto con Namjoon y Jackson, los tres portaban unas orejas de zorros y una cinta negra en sus ojos, con dos orificios para poder ver, una pequeña espada de plástico, a excepción de Jackson, quien llevaba un unas pistolas en los muslos.

-La cagaste Wang- Decía Kim mientras lo veía queriendo ocultar las pistolas para verse lo más parecidos.

-Es que no se explican, ustedes dijeron que armas - Decía esté entre risas mientras tomaba un vaso con alcohol que se encontró por alguna mesa mientras pasaban y la bebía toda de un sorbo.

-Que nunca viste la película de zorro o vivías en una cueva como la lombriz que eres? - Le reclamaba Jeon entre carcajadas.

-Si pero el zorro tampoco llevaba estas porquerías- dijo Wang sosteniendo las orejas que portaba en su cabeza.

-Esa fue idea mía y te callas- Dirigió Namjoon con su ya sabido liderazgo de aquel trío - Puta que asco Wang, ni te das cuenta de lo que estás bebiendo, en una de tantas te voy a dar orines para que se te quite -Decía arrebatándole otro vaso que el pelinegro bebía y que nadie sabía de donde lo sacó.

-Hablando de alcohol, por que ese cerdo es el único bebiendo? - Reclamó Jungkook - Yo quiero de esa misma agua bendita. - Dijo asomándose a dondequiera que estuviera la mesa del alcohol de dominio público - Allá! Vamos - señaló a la izquierda de una improvisada pista de baile donde había como 30 personas casi profanandose entre ellas por el espacio tan pequeño donde bailaban, los tres caminaron.

-Ya vieron ahí?...- Dijo Wang mientras caminaban por la orilla, señalando 2 angelitos bailando sensualmente entre ellos - Mierda como quisiera ser el sudor que se resbala por sus cuerpecitos.

CLICHÉ - (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora