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Jungkook estaba en una banca, en medio de una avenida con su moto estacionada detrás de él, comía un hot dog callejero que había conseguido una cuadra atrás mientras daba vueltas por su cabeza la idea de porque Jimin se había enojado por algo tan simple como un favor, por otro lado el constante, cambiante e irritable humor de Jackson, como si tuviera un problema de personalidades y aparentemente una de ellas tenía problemas con el, eran tantas cosas y tan rápida la manera en que se estaban dando que no sabía como solucionar o siquiera enfocarse en una, aunque claramente la escena con el pelirrosa llevaba el top de la lista, había una chispa entre ellos pero no sabía qué clase era, una de choque o por el contrario una de mucha comodidad y tal vez una que le asustaba. Se dividía el cerebro en esos dos hoyos hasta que le llegó un mensaje.

"Jungkook por favor no digas que yo te dije (Tae me matara) Jimin sigue en el edificio y no ha dejado de llorar toda la tarde... ven"(JN)

Tan pronto leyó aquello se sintió culpable, tal vez había sido muy duro, tal vez el chico tenía sus razones para enojarse y él no las veía con claridad por sus impulsivo golpe de orgullo, como siempre dejándose llevar por la adrenalina del momento sin pensar en siquiera preguntarle directamente en que se había equivocado. Sin perder más tiempo en absurdos pensamientos de arrepentimiento se puso el casco y se montó en la moto, arrancando hacia aquel lugar. Se detuvo en una tienda de autoservicio a comprar un paquete de fresas frescas, ya que esas técnicamente si se las debía y la mujer de limpieza fue tan tonta para no reponerlas, además pasó por un restaurante McDonald's comprando un combo parecido al que había visto comer al pelirrosa por aquel ventanal hace una semana, sintió escalofríos de recordar ese tipo de detalles tan específicos e incluso perturbadores.

"Diré que iba a disculparme por una discusión"

Le contestó al Hyung y volvió a ponerse en marcha.

Tan pronto llegó al edificio noto como el auto de Tae estaba mal estacionado y se preocupó, ¿Qué tan mal estaría Jimin para que Tae regresara de Busan ese mismo día en un viaje de varias horas en carretera? Subió de dos en dos los escalones hasta el piso 4, caminando a paso veloz hasta tocar la puerta con el sentimiento de culpa cada vez más grande.

Tae como perro guardián encendió las alarmas en su cabeza al sentir los golpes de la puerta, se puso en guardia frente a la puerta esperando a Jackson con puños cerrados y mirada rabiosa con toda la intención de botarlo de ahí a como diese lugar, pero se sorprendió de ver al pelinegro menor con ojos de cachorro arrepentido.

- ¿Qué haces aquí?

- Hola, lo siento... Vengo a ver a Jimin, tuvimos una pequeña discusión por la mañana mientras no estabas y me sentí mal... ¿puedo verlo? - Decía el chico mostrando la bolsa de McDonald's y las fresas.

- No es un buen momento Jungkook...

Tae fue interrumpido por los sollozos de Jimin, los cuales salían mientras dormía, con suspiros entrecortados y balbuceando cosas sin sentido e inentendibles, escuchó aquello y no poder verlo le desespero lo suficiente para hacer a un lado el cuerpo del otro pelirrosa, buscando con la mirada el origen de la angustia que sentía, vio el ovillo abrazándose en cuerpo y alma a un cojín, bajo la mirada y se apresuró sentándose en la mesa frente al soñador chico, aparentemente tenía una pesadilla

- Jimin... Jimin-ssi - Decía moviendo su cabello y dando pequeños toques sobre su frente - Jimin soy yo... Jungkook

- ¿Quien? Déjame... - Dijo el adormilado chico con un pequeño espasmo de temblor al sentir el tacto ajeno al de sus amigos exaltando un poco a Jeon y limpiando las pequeñas lágrimas que había salido mientras dormía, mientras el pelinegro solo pudo enfocarse en lo hinchados que estaban sus ojos y lo rojo de sus mejillas. - ¿Jungkook? ¿Qué haces aquí? ¿Quién te dijo que...

CLICHÉ - (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora