¿Que paso con Jungkook en la fiesta?

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La chica llenaba de besos calientes el pecho de Jeon dejando marcas rojas sobre el y estrujando sus marcados brazos con sus delicadas manos. Decidió bajar hasta su pantalón, abriendo el cinturón y bajándolo rápidamente y aunque la mente del pelinegro le gritaba "Follatela" su cuerpo no había despertado ni medio centimetro.

- ¿Hoy si me darás trabajo verdad? - Dijo la divertida chica mientras tomaba el miembro del pelinegro sacándolo de sus bóxers y empezando a masturbarlo sin meterlo a su boca, esperando la reacción de este.

- ¡Mierda, más rápido! - Decia Jeon un jadeo medio fingido, pues la situación comenzaba a apenarlo, daba todo de sí pero su compañero se rehusaba a cooperar, la chica siguió un par de segundos más hasta que optó por meterlo a su boca, una vez hecho esto por fin comenzaba a dar señales de vida, Jungkook cerró sus ojos concentrándose tanto como podía en los labios de la chica succionando su longitud, y es que la verdad estaba haciendo un excelente trabajo pero aunque se había despertado su pequeño compañero no estaba aún en condiciones de hacer el verdadero trabajo.

- ¡Oppa! Ya me canse, esfuérzate para mi - Ese fue un error, si algo le molestaba al pelinegro era esa estupida palabra usada de lo más cliché, para el era todo menos excitante y eso era lo último que necesitaba en ese momento, ignoró los quejidos de la chica, cerró los ojos y empujó su pene contra su boca, comenzando a hacer un va y ven, esta solo gemía haciendo vibrar sus embestidas en su garganta mientras el se enfocaba en poder endurecerse lo necesario para cumplirle.

- No vuelvas a llamarme así - la cargo y la puso sobre la cama, aparentemente la rabia le ayudaba a poder excitarse ya que el deseo no había funcionado, aprovechando la calentura de Jeon ella se quitó la blusa y subio su falda hasta su cintura, dejando ver sus senos perfectos, rosados y firmes, pero a Jeon lo que le llamo la atención fueron las bragas blancas de encaje con pequeñas fresas bordadas por toda la prenda, rápidamente deshizo su coleta y se puso en la mano derecha la liga que Jimin le había puesto esa tarde para arrancar dicha prenda y dejar su intimidad a expuesta a el. Giro el rostro de Eun a la almohada y comenzó a besar cada sentimetro de ella, su cuello, clavículas, hasta llegar a las hermosas montañas firmes y dulces de sudor para succionar con ansia el derecho y masajear el izquierdo pero a diferencia de lo que esperaba no sintió alguna clase de placer,aunque la chica gemía debajo de el no sintió el más mínimo calor recorrer su cuerpo y tenía que hacer algo porque su miembro comenzaba a ignorar todo eso de nuevo.

Optó por girarla de espaldas, concentrándose únicamente en la espalda blanca, delicada, delineada con una cintura marcada, y un trasero exquisito para quien tuviese el privilegio de tocar. Acercó su miembro a su entrada, contando el tiempo de vida que le quedaba a su débil ereccion, tan rápido como la luz tomó el condon que ella había botado sobre la cama para de un tirón abrirlo y colocárselo. Sin siquiera voltear a verla se intento introducir en ella, y digo se intento porque algo le falló...

- ¿¡Que te pasa estupido!? ¡Por ahí no es! - La chica se tocaba el trasero cubriendo su entrada anal - ¡No lo haremos por ahí y eso se avisa!

- ¡Lo siento, Lo siento dramática! Me equivoqué ahora acomódate de nuevo si quieres que terminemos.

- Claro que no si quieres lo harás por enfrente - La chica se recostó sobre la cama, completamente expuesta y abierta de ambas piernas, lista para Jeon - No pienso darte la espalda de nuevo.

Jungkook gruñó pero no le quedó de otra, volvió a masturbarse un poco más y ya duro de nuevo metió sus dedos a la boca de la chica, esta los lamió y el humedeció su pene para introducirse comenzado a dar largas embestidas rápidas y concentrado en correrse, intentaba gemir pero no podía porque toda su atención estaba enfocada en terminar y no dejar morir su ereccion, los gruñidos eran ahogados y fatigados como si lo estuvieran obligando, ella notaba ese esfuerzo y gemía más por obligación que por gusto.

- Ahh... Jungkook... más Jungkook...- Dijo mientras la fricción era más rápida, por fin lograba moverse bien dentro de ella, pero esas palabras automáticamente desactivaron al pelinegro, al que le vino una sola imagen y fue Jimin en cuatro, frente a el doblando su espalda y viendo su cabellera rosa moverse al compás de sus caderas, esa noche de Halloween lo había alcanzado hasta esta noche porque jamás alguien había gritado su nombre tantas veces como lo hizo el pelirrosa aquella noche, escuchar su nombre de sus labios entre gemidos era una sensación hormigueante y libidinosa que aunque tuvieron un segundo encuentro, esa noche fue excepcionalmente única, sentía que por un momento volvió a prenderse y se estaba poniendo duro, imaginando los pequeños y rosados pezones de Jimin, sus hermosos labios anchos gritando su nombre y sus manitos dándole caricias mientras lo embestía, recordó incluso su rosado miembro rosar contra su abdomen con un hilo de humedad y caricias sensuales. Estaba casi por terminar, podía sentir como la electricidad se expandía por su cuerpo preparándose para un tan esperado orgasmo... hasta que la caliente y despistada chica hablo de nuevo

-¡Oppa ya casi!... más! ¡Opp...! - Le intentó cerrar la boca con la mano pero ya era tarde, su cuerpo se había apagado por completo con una clase de switch sin saber si era por su chirriante voz, la estúpidamente palabra o darse cuenta que estaba dentro de una fantasía donde la chica no figuraba pero su miembro se volvía débil dentro de ella por cuál tuvo que salir de ahí tan rápido como había entrado.

- ¿No te podías quedar callada? - se jalo el cabello y camino desnudo por la habitación con la intención de tomar sus pantalones.

- Se que te molesta pero se escapo de mi, ademas no es la primera vez qué pasa y no te detienes ¡¡no entiendo el problema!!

- El problema eres Tu!

- ¡No! ¡El problema eres tú! Maldito disfuncional - La chica tomó su ropa y se encerró en el baño de la habitación. El frustrado pelinegro se dio un par de cachetadas reaccionando lo que le había pasado, ¿se había exitado pensando en Jimin? Por que su estomago se revolvía de pensar en el pelirosa chocando su piel, besando su pecho, aferrándose a él con su mirada llena de deseo y su cuerpo se encendía de nuevo pidiéndole buscar a Jimin y llevarlo a esa misma habitación, pero era más que eso. Quería su aroma, sus risas, quería ver sus ojitos rasgados y ver sus sonrojadas mejillas, quería abrazarlo mientras lo follaba, quería estar no con cualquier hombre, quería estar con Jimin.

Se vistió rápidamente y salió de aquella habitación, no estaba seguro de lo que haría exactamente, pero tenía que besarlo, tenía que sentir sus labios sobre los suyos en ese mismo momento, no le diría nada más, pues el pelirosa le había dejado bien en claro que eran amigos, y seguiría así, pero hoy solo pedía un beso para olvidar el trago amargo de hace unos minutos.

Estaba llegando a la sala donde estaba sentado Jimin de espaldas, lo reconoció entre tanta gente que hasta el se sorprendió como si después de esa auto confesión un satélite en el se prendiera para únicamente ver al pequeño y sexy Jimin-ssi.

Estaba a nada de asustarlo para hacerlo enojar, pero escucho que este hablaba por teléfono.

"Me encantaría pero estoy en una aburrida fiesta, no estoy allá... Te mando ubicación... Aqui te espero..." Jimin colgó su teléfono y hecho su cabeza para atrás, encontrándose con sus confundidos ojos negros.

CLICHÉ - (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora