"... Más que un simple conjunto de curvas. Ella tenía ... Una buena memoria, un talento considerable para la diplomacia del agujero en la esquina para disipar las sospechas de los asesinos de gatillo fácil y una personalidad dual, con los labios cer...
Un adulto de cabellos rubios y mirada roja penetrante caminaba por las mojadas calles de Roma rumbo a las instalaciones de un orfanato, este llevaba consigo a una bebe en uno de sus brazos envuelta delicadamente en una manta y con la otra llevaba un paraguas para protegerse de la lluvia que caía sobre ambos.
Después de más o menos una hora mas de caminata llego al lugar deseado. Apenas entrar a las instalaciones se topo con una de la que parecía ser encargada del lugar.
La mujer dirigió su mirada y total atención al hombre frente a ella—¿Posso aiutarti con qualcosa?—pregunto de manera amable con una pequeña sonrisa.
El hombre no respondió, solo se dedico a observarla sin pronunciar ni una sola palabra, ni un solo sonido, poniendo nerviosa a la mujer frente a él. Solo coloco a la pequeña bebe en los brazos de la muchacha, dicha acción sorprendió a la mujer haciendo que por instinto la sujetará bien evitando dejarla caer y dirigiendole una mirada confundida al hombre.
Dio media vuelta dispuesto a retirarse del lugar pero antes al pasar por el costado de un escritorio dejo en este una carpeta de color amarillo para poder retirase de una vez por todas cruzando la puerta.
La femina al perderlo de vista, reafirmó a la bebe en uno de sus brazos acercándose al mueble y abrió la carpeta, se trataba de documentos con información de la bebe como su nombre, fecha de nacimiento, nacionalidad, etc... Y en está misma, informaba que la bebe era portadora de un poder sobrenatural.
Dirigió su vista a la pequeña algo sorprendida, dio un suspiro pesado, tomo la carpeta para adentrarse a un pasillo algo oscuro del recinto con la bebe en brazos, entro a una habitación iluminada perdiéndose de vista al cerrar la puerta tras de ella.
…
Solo una semana había pasado desdé que la bebe llego al orfanato, no paso mucho para que al poco tiempo fuera adoptada por una pequeña familia conformada por una pareja de casados cuyos nombres eran Michael Genovese y Venecia Genovese, y por sus dos hijos pequeños la mayor Eleonora Genovese y el menor Andrew Genovese. Estos le dieron tanto su apellido como un nuevo nombre Léa Genovese. Se les veía a los cuatro realmente felices por la llegada de un nuevo integrante en su familia.
…
Cinco años pasaron, la pequeña niña lógicamente crecio, teniendo una apariencia encantadora a su corta edad, su hermoso cabello rubio corto, ojos negros como dos cuencas vacias, piel blanca como la porcelana sin llegar a ser palida.
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La pequeña era feliz aunque no llevara una vida precisamente facil, mucho menos normal para cualquiera, más cuando su vida y la de su familia esta en constante peligro y sin olvidar la presencia de su habilidad.
