Merodeadores

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Comenzaba el séptimo y último año de los Merodeadores, Sirius, James y Peter eran de una amistad y fuerza inquebrantable hacía siete años el destino los había juntado haciéndolos compañeros de habitación en Gryffindor y con el pasar del tiempo habían logrado esa hermosa amistad que muy pocos lograban.

El trío estaba muy emocionado por su último año por lo que comenzaron a planear sus próximas bromas a penas se sentaron un su vagón de siempre, hasta que tocaron la puerta fué que los tres recordaron el mundo exterior y James se perdió en un mundo completamente distinto al abrir la puerta.

Lily Evans ya con su túnica puesta y su insignia de prefecta se hizo presente y aunque no entró le sonrió desde allí a James que se levantó nervioso para tomarla de la mano y darle un beso en la mejilla, Peter y Sirius fingieron arcadas, James no se fijó, sus ojos puestos en la chica, ella solo les rodó los ojos y sacó la lengua divertida.

Potter había estado detrás de ella casi desde el primer momento en que la vió y no había sido sino hasta el último momento del año pasado que la chica le había dado una oportunidad y durante las vacaciones pasaron más tiempo juntos del que Sirius había creído necesario pero felizmente James ya podía presumir de su tan anhelada chica.

- Vienes con nosotros Lily? - preguntó con una sonrisa que Sirius solo podía tachar de tonto enamorado-.

Ella negó con la cabeza y antes de que pudiera responder Sirius habló.

- Por qué Evans? No somos lo suficientemente ñoños para tí?

La chica respiró hondo y le sonrió muy educada.

- No pero si lo suficientemente idiotas como para poder soportarlos - respondió ácida, James no sabía si también iba con él el comentario pero rió por el rostro de Sirius-.

- Lastimas mis sentimientos - acusó Sirius fingiendo dolor-.

- Cuáles? - preguntó ella inclinando su cabeza de lado fingiendo inocencia-.

Entonces fué allí cuando un chico alto, de tez clara, cabello rizado castaño con destellos dorados y unos hermosos ojos color miel se detuvo justo al lado de Lily.

El corazón de Sirius se detuvo por un segundo para comenzar a latir violentamente dejando al chico un poco mareado y respirando de manera superficial. Trató de respirar de manera normal para aclarar su mente pero sus ojos se negaban a despegarse del chico, de ese hermoso chico.

- Lily, estás lista? - preguntó con voz dulce y calmada que hizo a Sirius tragar grueso, el chico tenía sus manos hundidas en sus jeans en una posición muy relajada-.

La chica se volteó a mirarlo y le sonrió ampliamente y asintió.

- Justo a eso venía, James...

Lily comenzó con una explicación que el pelinegro se perdió por completo mientras miraba al chico.

Quién era él? Desde cuándo estaba en Hogwarts? Por qué nunca antes lo había visto? Y por qué diablos su corazón estaba actuando así? Y cómo era tan jodidamente guapo?!

Sirius salió de sus pensamientos cuando la puerta del compartimiento se cerró de golpe bloqueando el hechizo que el chico había impuesto sobre él dejándolo un poco perdido, a un lado de James quién se sentaba en ese momento estaba Peter que lo miraba divertido.

- Por qué me miras así? - preguntó a la defensiva para ocultar sus nervios, la realidad era que aún su corazón no se calmaba-.

- Tú por qué mirabas a ese chico así? - preguntó burlón con una sonrisa ladina, eso llamó la atención de Potter-.

- Qué chico? Qué mirada?

Peter miró a James divertido.

- El chico que estaba con Lily, Sirius no le quitaba la mirada de encima - agregó lo último con voz coqueta-.

- Yo no he estado mirando a nadie, ideas que Pettigrew se está haciendo nada más - dijo desviando la mirada para mirar por la ventana-.

James intercambió una mirada divertida con Peter, el de lentes le hubiera creído a su amigo pero lo conocía desde hacía demasiado tiempo para creer en tan mala mentira, por lo que sonrió burlón él también.

- Si claro, Peter y sus cosas.

RavenclawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora