Un chico Ravenclaw

Ravenclaw

Sirius un poco menos alarmado que hacía un par de minutos se sentó en la mesa de Gryffindor para comenzar a desayunar, sabía que James y Peter ya debían de estar de camino allí por lo que se entregó por completo a su desayuno. Unos minutos después, cuando estaba acabando de desayunar aparecieron los otros dos Merodeadores por la puerta junto con Dorcas y dos chicos más que, como Sirius no identificó, asumió que eran compañeros de Peter del club de ajedrez.

- Buenos días Padfoot, hombre madrugador - le sonrió James alegremente-.

- Buenos días para ti también Prongs - respondió divertido-.

- Aún no han entregado los horarios? - preguntó Peter y los otros dos hicieron un mohín-.

- Por amor a Merlín, solo siéntate a comer Wormtail - le suplicó James a modo de broma-.

Entonces fué cuando volvió a verlo, no se habría dado cuenta de que era él si su corazón no hubiera actuado como un loco de nuevo, esta vez el chico tenía puesto su uniforme era negro y azul, azul! Le gustaba alguien de Ravenclaw! Ravenclaw!

El chico parecía ajeno a todos allí,  caminaba con una parsimonia muy poco habitual en Hogwarts, ya que todos siempre estaban corriendo de un lugar a otro o caminando rápido como mínimo, ese chico no, el parecía ser llevado por el viento de manera suave y amable. De nuevo llevaba una de sus manos en el bolsillo pero esta vez de la túnica, en la otra sostenía un libro que iba leyendo, sorprendentemente sin tropezar con nadie mientras lo hacía, era realmente alto, de largas piernas que lo hacían ver estilizado y elegante, su cabello estaba un poco más revuelto que ayer en el tren pero eso sólo aumentaba su belleza.

Se detuvo justo en su mesa y se sentó en el primer lugar que encontró y justo al instante algunos chicos se sentaron junto a él pero, él siguió leyendo su libro, casi como si no estuviera escuchando todo el alboroto a su alrededor. Suspiró un poco contrariado, un poco indeciso, un poco irritado, un poco de todo.

Esto jamás le había pasado.

Sintió un golpe en la cabeza que casi lo hace pegar esta de la mesa, volteó furioso y vió a James mirándolo preocupado tomándolo por los hombros por lo que frunció el ceño.

- Qué mierdas te ocurre? - preguntó molesto soltando su agarre-.

- Peter y yo te hemos estado hablando y estabas como petrificado.

- Idiotizado diría yo - comentó Peter quién ya había comenzado a comer, Sirius lo miró mal y volvió su vista al frente, donde el chico comía aún sin soltar el libro-. Oh! Es que allí está él - comentó Peter con picardía sacando a Sirius de su burbuja-.

- Él quién? El novio de Sirius? - Preguntó James levantándose para mirar y Sirius en un ataque de vergüenza lo jaló de la túnica y lo sentó-.

- No es mi novio - aún no, por lo menos, pensó-.

- Ya lo sé pero tenemos que llamarlo así hasta que tengamos su nombre - respondió James con fastidio-. Alguien sería tan amable de decirme a qué mesa debo mirar?

La exasperación en la voz de su amigo lo hizo reír, Peter sonrió.

- Ravenclaw, el chico con el libro.

Antes de que James incluso hubiera localizado al chico se giró de inmediato a Sirius, quién lo miró confundido.

- Ravenclaw?! Te gusta un chico Ravenclaw?!

- Baja la voz Potter - siseó Sirius entre dientes mientras escondía su cabeza entre sus manos-.

- Vaya que este año llegaste dispuesto a sorprendernos Padfoot.

El horario llegó y alegremente Sirius notó con mayor énfasis las clases que compartía con Ravenclaw.

Que compartiría con su chico Ravenclaw.