"17 años: ¿quieres casarte conmigo?"
-Vamos, Minho. No hagas esto.-me decía mi madre, intentando controlarse, pero podía percibir en su voz que estaba totalmente desesperada tanto por la escena que estaba montando como por la vergüenza que esto le causaba.
-¡No, no me moveré de aquí!-le grité, sin importarme nada realmente.
Estaba abrazado a un árbol, mi padre y Chan habían intentado soltarme de allí, pero no lo lograron. Me aferré con más fuerza y no me moví ni un solo centímetro. Agarraron mis pies y tiraron de mí, lo hicieron todo pero tampoco aflojé el agarre.
-¡Sólo es una escuela de verano, Min!-me gritó Chan. No lo quise escuchar, si lo hacía me pondría nervioso y los brazos me flaquearían.
-¡Cállate, esto es tu culpa!-exclamé, fingiendo llorar.
Algunas personas se nos quedaban mirando, nos encontrábamos a la entrada de la escuela de verano a los que iban los niños matemáticos en medio del bosque. Había reprobado matemáticas y si lo volvía a hacer el próximo semestre repetiría el año nuevamente. Así que mi maestra habló seriamente con mis padres y acordaron que asistiré todo mi verano aquí para reforzar. Para mis padres y la escuela fue la solución perfecta para mi falta de voluntad con los números, para mí significaba una tortura. Podría terminar agonizando si pasaba una semana allí. Estaba seguro.
-¡¿Mi culpa?! ¿Qué tengo que ver yo?-me preguntó Chan, tirando de mis pies. Jisoo se había unido a ayudarlos y ahora se hacía más difícil mantener mis brazos junto al árbol.
-Eres más listo, me haces parecer un tonto.-le dije. Lo decía de broma, me importaba nada en absoluto parecer un tonto o un chico listo, sólo quería que me soltaran. Pero Chan pareció pensarlo y me soltó. Se fue al lado de mi madre con el rostro serio y me miró con tristeza.
Me había creído. Era muy débil al momento de detectar mentiras.
-Minho, vamos. No es tan malo como piensas, harás más amigos nuevos y puede que te diviertas.-me dijo Jisoo. No era tan malo si lo pone así, lo que sucedía era que yo no quería más amigos, con los que tenía me bastaba. Y los números jamás serían divertidos.
-¡No me soltaré, tendrá que apuntarme los brazos si quieren que entre!-
-Traeré la cierra.-escuché que decía Felix.
-¡Puedes encontrar novio allá, Min!-me gritó Chaeryeong. La pequeña Chaery ya tenía quince años y en lo único que pensaba era en chicos, aún así me pareció graciosa su manera de convencerme.
-¿Tienen problemas?-dijo alguien. Moví la cabeza un poco y vi que era un hombre vestido de militar, era mayor y en su pecho tenía insignias y medallas. A su lado iba un chico de tez bastante pálida y alto, aparentaba mi edad.
Chan se le quedó mirando con mala cara, como Doongie cuando se acercaba a Chaeso, el perro de Chaer.
-Es mi hijo, no quiere entrar.-le explicó mi madre. El hombre sonrió y me dedicó una mirada rápida. Me dio miedo.
-¿Reprobado, cierto?-Mi madre asintió y el hombre miró al chico.
-Mi hijo también está aquí contra su voluntad, pero de hoy en día necesitan disciplina.-y dicho eso le preguntó a los chicos. Mi madre sí necesitaba ayuda para disciplinarme, ella asintió y supe lo que pasaría.
El hombre se acercó hasta donde mi padre y Jisoo forcejeaban, ellos me soltaron, el hombre me agarró de un pie y tiró de mí. Ni aunque tuviera músculos habría seguido abrazado al árbol, caí al suelo sobre el húmedo césped y me ensucie la ropa.
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marry me [banginho]
Fanfiction-Y por todo ese cariño que te tenemos, Chan...-dijo mi padre, radiante con su traje negro que fue especialmente hecho para la ocasión.-Queremos que oficialmente formes parte de nuestra familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, la mano d...