Capítulo 12 2/2

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"¡Eres un cómprelo idiota! II"

A la mitad de marzo lo comprendí, él no me quería. Todo fue una mentira.

Me distraje más de lo normal en clases, no podía quitármelo de la cabeza. ¿Qué estaba esperando para volverme loco? Por las mañanas veía el anillo de compromiso guardado en mi cómoda y me preguntaba por qué lo había hecho, por qué de todas las bromas del mundo eligió una relacionada con el amor. Era injusto, de verdad le había creído y había hecho el intento por enamorarme de él. Y todo indicaba que lo había logrado. Basto con que Chan me sacara de su vida para darme cuenta de que él era una parte fundamental de la mía. Pero no se lo dije ni a él ni a nadie. Si quería hacerme sufrir, entonces que comience el espectáculo. 

A finales de marzo, ya todos se habían dado cuenta de que algo iba mal. Yo no comenté nada y supongo que Chan tampoco, ¿qué le sucedía? ¿por qué no me dejaba como el malo de la historia?

Las cosas volvieron a ponerse raras a medida que avanzaban los días, era un completo extraño para él y me estaba afectando más de lo que me hubiera gustado. Aunque las cosas se salieron de control cuando lo vi conversando con Nancy en la escuela. Una punzada en el pecho fue la primera señal. Al otro día fue lo mismo, todos los recreos estaban juntos, a la salida ella lo iba a dejar al trabajo. Les saqué información a los chicos, y Jisung confesó que Chan y Nancy ahora se sentaban juntos. Traté de parecer indiferente, no podía revelar que tan enojado me ponía todo esto. Hubiese sido fácil devolverle el castigo de la misma forma, pero no me pareció apropiado. Todo había comenzado por mirar a otro chico, no iría por allí a salir con cualquiera sólo para darle celos a Chan me lo tenía bien merecido. El problema estaba en que quería que acabara luego y que Chan se diera cuenta de que ya había aprendido la lección. Pero no se detenía. Si no era con Nancy, era con cualquiera de las tantas chicas o chicos de la escuela enamorados de él. Lia me preguntaba todos los días que me sucedía, pero no fui capaz de contárselo. Seguro se burlaría de mí.

Me guardé los celos para mí, era justo comenzar a sufrir para apreciar el amor de Chan. Sin embargo, mi paciencia estalló el último día de marzo. Salia de clases, Lia me contaba algo acerca de un recital que darían en un club el fin de semana e iba estar un grupo que le gustaba mucho, me invitó pero yo no pude contestar, ya que divisé a Chan apoyado en el auto de Nancy, sonriendo y moviendo su cabello contra el viento.

Conocía ese movimiento, lo hacía cuando coqueteaba. 

-Tenme esto.-le dije a Jisu, pasándole mi mochila y mis libros para dirigirme a paso violento hacia Christopher. Cuando estuve frente a él, fue como si me hubiese visto después de años. Se enderezó y se puso nervioso, pero no me importó. Arreglaría las cosas a como diera lugar. 

-Christopher, nos vamos a casa, ahora.-le espeté. Nancy dijo cosas, las cuales no escuché, no tenía tiempo ni paciencia para oírla. 

-Tú no tienes derecho alguno para mandar, soy mayor de edad, puedo hacer lo que quiera.-me respondió, pasando su brazo sobre los hombros de Nancy y atrayéndola hacia su pecho. Ella parecía estar en las nubes.

Lástima que las nubes estaban demasiado altas y las caídas eran dolorosas. 

-No, no puedes. Soy tu prometido, así que estoy en mi derecho de reclamar lo que es mío.-le dije con toda la seguridad que mi rabia fue capaz de sacar. La cara de Nancy se desformó, eso no lo vio venir. 

-Entonces, ¿en serio te casarás con Minho el descerebrado?-fue la pregunta que pactó su sentencia de muerte. No soportaba que me dijeran así, me recordaba lo estúpido que era. 

- No, ¿en serio lo crees?-

¿Qué había dicho? ¿De verdad lo había negado? Sentí que las lágrimas se agolpaban en mis ojos, el corazón se me volvía un nudo. ¿Cómo creían que, Bang Christopher Chan, el chico con las mejores notas, el más educado y adorable, se casaría con alguien como yo? Eso era un incordio. 

Mas no dejé las cosas así. No me importaba si Chan se las daba de chico malo, de indiferente , o peor si se avergonzaba de mí. Tampoco me importaba si con esto le daba una pista de que comenzaba a quererlo como algo más, mucho más. 

Él era mio. Y fin de la historia. No me había cambiado de cuarto y acostumbrado a sus besos por nada. 

-Tendrás que comenzar a creer, porque Chan es mi novio y no dejo que otras lo toquen.-solté con gravedad. Agarré a Chan del brazo y lo jalé con todas mis fuerzas para que me siguiera. Fue difícil, se resistió, pero no me di por vencido. 

Cuando se dejó llevar, fui hasta el auto que ocupaba en la semana, uno negro y compacto 

-Eres un hipócrita.-me dijo cuando estuvimos solos. Lia nos había visto, aún cargando con mis cosas, le hice una seña para que no se acercara.

-Cállate.-le dije entre dientes. 

-Comienzo a ver la verdadera persona que eres, estuve ciego durante tantos años...-

-¡Cállate y escúchame bien!-exclamé exasperado. Él se quedó mudo, sin saber cómo reaccionar.-Yo no fui el que quiso todo esto, tú me propusiste matrimonio contra mi voluntad y yo tuve que aceptar. No me vengas ahora con que no quieres saber de mí, porque eso no va a ser posible. De la misma forma en que me dijiste en la cocina el día de tu cumpleaños, dijiste que harías de todo para enamorarme, te digo esto: Yo no te haré a un lado tan fácilmente como lo hiciste conmigo estas semanas.-

Abrió la boca, asombrado de mis palabras, pero yo todavía no terminaba.

-Así que será mejor que te pongas los pantalones y continúes con tu plan, es inaudito que te hayas rendido al primer obstáculo. Sólo por mirar a otro chico me ignoras. No voy aceptar estas estupideces.-me acerqué a él y quedé tan cerca de Chan que nuestras narices chocaron.-Pon atención: mañana iremos a ver a la hermana de Jeongin para organizar la boda. Si no estás allí, daré todo por acabado y nunca más en mi vida te daré otra oportunidad.-

Estaba siendo impulsivo y violento, pero no podía dominar mis emociones. ¿Qué si Chan me importaba más de lo necesario? Al final de cuentas, sería mi esposo. Sería mejor dejarlo en claro desde antes. 

-Minho... yo... lo siento, me comporté como un idiota .-me dijo después de unos segundos de shock. 

Lo agarré del cuello y lo atraje hacia mí. Lo besé como nunca antes lo había hecho, como si un fuego se propagara dentro de mí. Lo solté para mirarlo a los ojos y decirle en tono de advertencia. 

-Ya era hora de que te dieras cuenta.-

Y lo volví a besar, para que entendiera por completo que él era mío y que no pensaba compartirlo con nadie de ahora en adelante.

marry me [banginho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora