Caja de música.

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Na: esta es incongruente con el canon. No me corrijan, solo disfruten la magia de los fanfics.

"Sea usted cordialmente invitado
A la boda hereje  de
Fausto Blackwood
&
Zelda Spellman
Que se llevará a cabo
La próxima
Luna llena."

—Vaya. No sabía que ya habías superado la muerte de tu esposa.

—Han sido los designios del Señor Oscuro esta unión.

—Al señor Oscuro le importa una mierda con quién te cases, Fausto. No te creas tan importante.— Lilith tomó la copa de Sumo Sacerdote y vacío su contenido en el suelo.

—Te tomas atribuciones porque eres la concu...

La mujer lanzó la copa al suelo y casi levitando,  se acercó al escritorio de Fausto. Con una mirada amenazante, dijo:

—Termina esa frase y esa mujer será viuda antes de que puedas, si quiera, llegar al altar.

—¿Me vas a matar por decir lo que eres? No puedes hacerlo. Sabes que él te reprendería.

—Pero tú seguirías muerto.— Sonrió Lilith con morbo.— Creeme, le haría un favor al mundo.

Entonces Lilith giró su cabeza.

Vió una caja musical, con una hermosa bailarina de cabello de otoño, vestido dorado y estampado dorado.

—No sabía que te gustaba la porcelana.— Lilith se alejó del escritorio y se dirigió a la caja musical.

—¿No tienes que estar dándole clase a los mortales o algo así? ¿A qué has venido?

—A molestarte, por supuesto.— Lilith tomó la caja musical y comenzó a inspeccionarla.— Adoro desesperar tu primitiva mente.

Lilith tomó la pequeña palanca que daba vueltas, para hacer sonar la música y hacer bailar a la mujer de porcelana.

—¡NO!

—¿Qué?

—¡DEJA ESA CAJA EN SU SITIO!— Demandó Fausto en un grito desesperado.

—¿Pero quién mierda te crees para hablarme así?

—Yo soy la mano derecha del Señor Oscuro, ¡Soy el sumo sacerdote!  y esta es mi oficina. Tengo toda la autoridad para ordenarte, en su nombre, que te vayas.

—No, no, no.— Lilith comenzó a reírse mientras dejaba la caja en su sitio.— Tú eres solo el estúpido de turno que infla el ego de Lucifer. Tú no eres nadie.

Se acercó entonces nuevamente. Para apoyarse en el escritorio de Fausto.

—Yo hice el maldito infierno, y a cada maldito demonio que tú, insignificante hombre, veneras. Invocas a mis hijos, anhelas un lugar en mi Tierra.  Lucifer es quien manda, pero yo soy la Creadora. Tanto le debes a él, como a mí. Y no sé si lo notas... Pero no me agradas.

🦋Religious Experience🦋[Madamspellman OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora