No sé, se cuando comencé pensar en ti...
No sé, cuando mis sentimientos comenzaron ser diferentes...
No sé, cuando comencé a necesitarte, a idealizarte en mi futuro, en pensar en tus abrazos que nunca se van a dar...
No sé, cuando comenzó a gustarme tu voz, tu sonrisa, todo de ti. Hasta inclusive me comenzó a gustarme tu altivez, tu arrogancia...
No sé, ni como ni cuando fue, solo se que me comenzaste gustar con tus imperfecciones. A quererte más y más.
Y entraste en mi mente sin prisa, sin objeción.
Att: Anónimo