Seamos Amigos, Razor

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La secundaria Teyvat era un lugar enorme. Habían tantos salones y pasillos que podrían hacer que te pierdas en un santiamén si no estás prestando atención a tu alrededor.

Aunque no era un problema real para los alumnos que estaban familiarizados con las instalaciones, los nuevos siempre pasaban por momentos en donde se sentían abrumados por los largos pasillos, que también se sentían como laberintos.

Un chico de cabello color rubio cenizo agarraba nerviosamente las asas de su mochila naranja. Sus ojos color esmeralda se pasaban por cada rincón que se encontraba en su perímetro, tantas puertas rodeando su camino que daban índice a grados tanto superiores cómo inferiores.

Era su primer día de clases. Empezaba algo así como una "nueva vida" después de haber pasado por el martirio de su anterior escuela. Había sido una buena elección cambiar de secundaria, aunque hubiese sido apresurado.

"5-A" Balbuceó. Porque sí, se cambió de escuela en su último año de secundaria. Algo que lo caracterizaba, era la mala suerte que había estado haciéndose más molesta cada vez y parecía aumentar con cada año transcurrido. Era un tema que, por supuesto, nadie entendía.
Bennett estaba seguro de que algo lo había embrujado o algo así, porque tantas cosas malas que le pasaban no eran sólo casualidad.

Sus pisadas se escuchaban cómo un eco, resonaban en sus oídos mientras recordaba las indicaciones que le dieron en la entrada de la escuela.
Había llegado tarde, así que estaba totalmente solo en los pasillos, mientras que los alumnos recibían sus respectivas clases de la mañana.

"5-B...¡5-A!" Se alegró al ver su nuevo salón frente a él. Se detuvo un momento para tranquilizarse, pues conocería a sus nuevos compañeros. Trató de arreglarse el cabello justo cuando había recordado la estrepitosa caída que tuvo al momento de entrar.

Cuando decidió colocarse una mano sobre la cabeza, alguien había abierto la puerta del salón en el que iba a entrar.

Bennett alzó la mirada lentamente, viendo a lo que sería su nuevo profesor. Era alguien realmente intimidante tanto por su altura cómo la presencia que emanaba. Rápidamente bajó la mano y sonrió nerviosamente.

—... Tú debes ser Bennett ¿No es así? —La voz profunda hizo que sintiera algo de miedo, pero asintió con la cabeza antes de decir algo que podría empeorar la situación. —Llegas tarde, pero lo dejaré pasar; ya que es tu primer día de clases. —Bennett pasó saliva mientras observaba cómo el profesor comenzaba a caminar hacia dentro del salón, haciéndole una señal con la mano para que lo siguiese.

Apenas entró, vio que el salón estaba completamente lleno. Aunque por el momento no se enfocó en lo que serían sus nuevos compañeros por la vergüenza que sintió hace poco.
—Él será su nuevo compañero este último año. —El peli cenizo supuso que tendría que presentarse, aunque estaba algo perdido. Había practicado su presentación en casa, aunque ahora mismo tenía la mente hecha un caos.

—Uhm... M-mi nombre es Bennett, t-tengo 17 años y me gusta explorar botes. ¡Perdón, quería decir bosques! —Estaba seguro de que su cara estaba totalmente roja, por suerte, no muchos se rieron de su error. Aún así, sentía que su primer día ya estaba empezando de la peor manera.

El profesor le puso una mano en el hombro al notar su pena. —Bienvenido Bennett, mi nombre es Zhongli y seré tu tutor este año. Ahora, puedes ir a sentarte al lado de... —Miró a todo el salón buscando algún lugar libre. Logró ver uno al lado del chico problema de, probablemente, todo el grado.
Miró con pena a Bennett, pero no había otro lugar libre, así que tuvo que resignarse. —Razor, siéntate en el lugar vacío junto a él.

Bennett asintió, quitándose las manos de la cara y caminando hacia el lado dónde se le indicó, sin ganas de ver a su alrededor, mientras se quitaba la mochila y la ponía sobre sus piernas para sacar algunos cuadernos.

𝘀𝗵𝘆 𝗽𝗼𝗲𝗺𝘀 𖤛 rannett. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora