𝘀𝗵𝘆 𝗽𝗼𝗲𝗺𝘀 𖤛 rannett.

El Representante De La Clase

Al día siguiente, Bennett se despertaba de su profundo sueño realmente emocionado.

Martes, era su segundo día de escuela. Tenía ganas de ver a Razor de nuevo, tal vez podría hablar con sus demás compañeros de una vez por todas.

Habían tantas posibilidades, pero sólo esperaba que no sucediese nada malo debido a su mala suerte. Hasta el momento, no había sucedido algo tan serio y estaba agradecido por ello.

"¿Qué debería hacer? Tal vez podría hablar con aquella chica llamada Fischl. Se sienta al frente de Razor, así que seguramente ellos deben haber hablado al menos una vez." Eso era lo que pensaba mientras agarraba la comida que uno de sus padres había dejado para él, junto con algo de mora.

La escuela no estaba tan lejos de donde vivía, por suerte. Procedió a comenzar su camino, mientras seguía pensando con una sonrisa en el rostro. Recordaba que debía caminar al lado de un parque para luego doblar una esquina y ahí encontraría el colegio.

Había pensado en que Razor tal vez podría comer con él a la hora del descanso. Podría comprar algo para los dos, por suerte tenía suficiente mora cómo para compartir.

Sin embargo, siempre había algo que malograba su día.
Cuándo llegó a la escuela, al estar tan perdido en sus pensamientos, se había perdido en los pasillos de nuevo debido a que no le habían enseñado la escuela lo suficiente, tan solo sabía dónde se encontraba la cafetería.

Veía números en cada puerta por la que pasaba. "3-A, 3-B..." parecía que aún debía seguir subiendo escaleras y seguir caminos.

La campana sonó después de media hora de caminata, y Bennett sintió pavor de encontrarse de nuevo en una situación complicada. No quería ver de que era capaz el profesor Zhongli si llegaba tarde otra vez.

Tan ensimismado estaba, que entre pasos rápidos y miradas perdidas, tropezó con algo... O más bien alguien.
Igualmente, no pudo llegar a poner su mano a tiempo en el suelo, por lo que cayó de lleno en la fría cerámica.

—¡Agh! —Jadeó con fuerza, sintiendo dolor en su trasero. Había cerrado los ojos sin darse cuenta por el impacto. Sintió un hormigueo desagradable, aunque era bastante soportable comparado con otras situaciones pasadas.
Cuando los abrió, vio a un chico de cabello celeste frente a él, que al parecer fue más rápido y no sufrió alguna caída.

Le extendía la mano izquierda mientras se frotaba la nuca con una mueca de preocupación.

—Lo siento... No veía por donde iba. —Este se disculpó. Parecía notablemente avergonzado de lo que había causado, pero Bennett no se sintió enojado ni nada por el estilo. Agarró su mano y se levantó con su ayuda, luego se sacudió la ropa y se comenzó a sobar la zona más afectada de su cuerpo.

—N-no... Está bien, yo tampoco veía mi camino. —El chico soltó una risa incomoda y negó con la cabeza, cómo si con esa acción mostrara todo su arrepentimiento.
Bennett, por su parte, trató de mantener una sonrisa, aunque no podía evitar hacer muecas un poco afligidas por el punzante dolor.

—Si tú lo dices... —Por un momento, aquel chico ligeramente más alto que él se le quedó viendo fijamente, hasta que abrió un poco la boca para decir algo más.
—Oh. ¡Eres tú Bennett! —Su pequeña exclamacion sorprendió al mencionado, el cual inclinó la cabeza en confusión.

—¿... Nos conocemos? —No quiso sonar descortés, pero estaba algo sorprendido. En su descuido, trató de arreglarse la mochila que estaba por caerse de sus hombros.

El chico de cabello color celeste le asintió con la cabeza. —Bueno, soy tu compañero de clase, mi nombre es Chongyun. Perdona no haberlo dicho antes. — El chico se inclinó hacia adelante, saludando de forma cortés. Poco después, le dedicó una sonrisa suave. Parecía aliviado de haberse encontrado con Bennett, por alguna razón.