Mute ›› Sunki

›› O3. Jungwon

El japonés deambulaba por los pasillos de su nueva y asombrosa escuela con una gran sonrisa estampada en su rostro.

Por primera vez, se sentía querido en su escuela. Nadie lo fastidiaba o lo señalaba por ser mudo, aquí todos lo aceptaban tal y como era.

Estaba muy feliz, tanto así que no pudo resistirse para comentarle a sus hermanas cómo era su nueva escuela, y lo feliz que se encontraba en ese mismo instante.

El azabache iba tan inmerso en su propio mundo que no supo en que momento choco con un chico, provocando que ambos cayeran al suelo.

── Lo siento mucho, de verdad lo siento ── dice el chico más bajito ──. No oí que veníamos en la misma dirección.

Ni-Ki sacudió un poco su cabeza para deshacerse del aturdimiento que le había causado el golpe y así ayudar al contrario. El tierno chico extendía sus manos mientras buscaba algo en el suelo con evidente desesperación.

El más alto divisó lo que posiblemente podía ser lo que el más bajito buscaba, lo tomo entre sus manos y se lo extendió.

Este lo reconoció a penas sus dedos rozaron el objeto.

── ¡Muchas gracias! ── replica con una gran sonrisa que deja a la vista sus tiernos hoyuelos.

Ni-Ki lo toma de las manos y lo ayuda a levantarse.

── De verdad, muchas gracias ── vuelve a decir de la misma manera ── ¿Cuál es tu nombre? Debo agradecerle a alguien.

El japonés toma su teléfono y escribe el siguiente mensaje para que el móvil lo diga en voz alta.

── Mi nombre es Nishimura Riki, pero para hacerlo más fácil, puedes llamarme Ni-Ki ── responde el aparato eléctrico en su lugar.

── Oh, ¿no puedes hablar? ── pregunta en dirección al más alto.

── No, soy mudo ── responde nuevamente.

── Ya veo ── murmura el contrario ──. Aún así, mucho gusto Ni-Ki ── dice amablemente ──. Me llamo Yang JungWon, y como puedes intuir, soy ciego ── añade mientras estira su mano en dirección a Ni-Ki.

── Es un gusto conocerte, JungWon ── replica el japonés para seguido estrechar su mano con la de Yang y dar un pequeño apretón.

── ¡¿Te vas a internar aquí?

── Baja la voz, Hikaru ── replica Ni-Ki con una pequeña mueca ante la reacción de la más baja.

── Perdón ── responde tapando su boca ──, pero no quiero que te vayas ── dice aferrándose al cuerpo de su primo ──. ¡Ni-Ki no me dejes, te lo ruego! ¡No te vayas! ── súplica en gritos y con llanto fingido, llamando la atención de todos en el lugar.

── Hikaru no hagas un espectáculo aquí, todos nos miran ── dice el altavoz de su teléfono en su lugar.

── ¿En serio? ── la más baja se detiene de golpe y observa a su alrededor, efectivamente todos los observan ──. Es parte de una obra de teatro, no le den importancia ── dice hacia los demás estudiantes, y solo se escuchan risas en el pasillo debido a las palabras de Hikaru.

'Realmente está niña me va a volver loco' se dice para si mismo mientras rueda los ojos.

── Aún así, no te dejaré en paz ── comenta la azabache ──. Vendré con ansias a la escuela, solo para ver a mi primo favorito ── ríe mientras guiña un ojo.

── ¿No que tu primo favorito era Haruto? ── cuestiona Nishimura dejando a la mayor congelada en su lugar.

── Eso da igual, mejor vamos a casa para que empaques tus cosas ── responde rápidamente tomar la mano de Ni-Ki e ir al hogar de la azabache ──. Al menos si te vuelves alumno interno, verás a XiaoTing unnie más seguido, ambos se volvieron muy amigos ── dice Hikaru y arruga su nariz tiernamente ──. Me quitaste a mi mejor amiga ── dice.

Ni-Ki ríe.

── Yo no te la quité ── dice ──. Si solamente si supieras mejor el lenguaje de señas, no habría necesidad de presentarme a XiaoTing ── comenta con burla el más alto ──. Pequeña tonta.

── ¡Riki! ── chilla viendo como su primo comienza a correr de forma rápida ── ¡Ven aquí, mocoso! ¡No huyas! ── grita corriendo detrás del más alto.

Ignorando las quejas de Hikaru, sigue corriendo, sabe que la más baja se cansará bastante rápido y dirá lo siguiente:

── ¡Yah, espera! ── clama logrando alcanzar a Nishimura mientras poda una mano en su hombro ── No puedo más ── murmura recuperando el aliento ──, además es injusto ¡tú tienes piernas largas! ── se queja nuevamente, sacándole una tierna risa muda al azabache.

Realmente, venir a Corea no fue tan malo cómo pensaba.