Dudas

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La pregunta de Dazai no dejaba de dar vueltas en su cabeza. ¿Cómo podía ser él madre de ese chico? O peor aún, las probabilidades eran del 50% en ser o no ser. Ahora no podía dormir pensando en esas posibilidades, y en lo que tenía que hacer para descubrirlo y salir de dudas.

Se levantó muy temprano nomás amaneció, para alistarse y poder ir a una clínica y hacerse una prueba de paternidad pero... Dazai seguía durmiendo muy tranquilo, mientras abrazaba su almohada con brazos y piernas.

Se aproximó a él y lo contemplaba antes de despertarlo.

— Eres muy parecido a mi bebé... Pero no puedo tratarte como a un rey hasta que esté seguro. Sigues siendo un desconocido para mí.

Decía a sí mismo. Quitaba lentamente la almohada del castaño para despertarlo sin ser tan agresivo. Pronto, Dazai se estiraba y abría sus ojos algo soñoliento. Lo primero que miró fue a un extraño Chūya observándolo con los brazos cruzados, como si quisiera regañarlo sin razón aparente.

— ¿Chūya? ¿Ya amaneció? ¿A dónde vas?

Cuestionaba aún soñoliento. El pelirrojo le aventó la ropa para salir a Dazai, obligándolo a vestirse. Tampoco le dió muchas explicaciones.

— Te invito a un lugar. Te compraré comida y vendas. ¿Te interesa?

— Acepto.

~~~

Una vez en la clínica... Todo había sido un engaño para el joven del vendaje. Se suponía que irían a comer y a comprar vendas pero en vez de eso, recibió un piquete que sustrajo un poco de su sangre. Estaba adolorido, presionando con un algodón en dónde recibió el piquete.

— Chūya, odio sentir dolor. ¿Por qué me trajiste aquí?

Su voz sonaba como pucheros. Chūya estaba recargado en una pared, cubriendo parte de su cara con su sombrero y una vez más, cruzado de brazos. Esperaba ansioso los resultados, tenía miedo de que Dazai fuera ese niño que le fue arrebatado siendo un bebé. Miedo a saber por todo lo que ha pasado después de su separación. Por otro lado, también sentía miedo de que no lo fuera y que jamás encontrara a su verdadero hijo. Eran un sin fin de emociones.

— Sea positivo o no, prometo salvarte del infierno en el que vives. Porque no puedo saber si mi hijo ha vivido bien o mal sin mí.

Dazai suspiró con cansancio.

— Es aburrido cuando hablas de tu hijo. Me siento un poco celoso. Yo quisiera un padre que en verdad se preocupara por mí.

En ese momento, un doctor salió con los resultados.

Gracias por su paciencia <3

¡¡¿MI HIJO?!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora