Versos del corazón

Capitulo dos

El traje estaba listo sobre su cama, un traje negro de la tela mas cara que su madre pudo encontrar, su camisa blanca estaba ya lista sobre su cuerpo; cubriendo todo su pecho y torso, cubriendo todos los errores que alguna vez su madre detallo paso por paso encargándose de dejarle en claro que nunca lograría que sintiera ese orgullo hacia el que tanto deseaba. Su saco negro en el perchero con una cercha de madera sujetándolo, el pantalón sobre sus manos, sus ojos viendo hacia un punto exacto de la gran habitación que ahora le pertenecía.

Su madre lo había puesto en esa gran habitación con la excusa de que ahí estaban las cosas para prepararse y si bien en ese lugar se encontraban, no podía evitar sentirse nervioso; y tenia sus razones para hacerlo incluso tenia una lista de todas las razones por las que su madre le ponía nervioso. Esa lista tenia de titulo en letras grandes el nombre "Mitsuki" nunca dejaría que su madre leyera por nada en el mundo ninguna de las razones que ahí se encontraban.

Quería salir de la habitación cuanto antes pero no podía su madre le había dejado en claro que no podía salir sin haberse terminado de poner el traje que ella escogió, no tenía problema en ponerse el traje pero algo en su mente le advertía que se tardara mas de lo posible la constante petición de su mente lo agobiaba; podía escucharla hablar desde lo mas profundo de su ser, dejo a un lado los pantalones de algodón y se dirigió al armario abriendo sus puertas de par en par dejando ver toda su ropa.

Saco el chaleco y empezó a revisarlo completo, sacudiendo, colgando boca abajo, agitando todo eso solo para cerciorarse que no hubiera nada fuera de lo común con la prenda, dejo de moverla y la coloco en la cama junto al pantalón de vestir negro igual que el chaleco, el seguía con sus shorts por de bajo de la rodilla color café y la camisa blanca que debería de ir debajo del elegante chaleco.

Le habían dicho que irían a la iglesia antes de entrar a la habitación, no quería ir a ese lugar y mucho menos sabiendo que el era un error a los ojos de todas las personas religiosas incluyendo a su madre, lo sabía bien, era un pecado, un error, una abominación completa; no quería ir y mucho menos entrar a ese lugar, la ultima vez que fue con su madre y padre salió corriendo de ahí con los ojos empañados de lagrimas en los brazos de su padre, Masaru le dijo que se fuera a vivir con el en a la colonia tranquila donde actualmente se encontraba el mayor.

Porque un niño de catorce años no debe ser tratado como una abominación, porque el no debería ser el perfecto, porque no debe cambiar, porque no debería ser normal el abuso en el; si bien en su vida había pasado de una manera muy rápidamente dolorosa esa fue la primera cosa que lo marco desde los catorce hasta los quince años.

"Lo que paso no fue nada comparado a lo que yo pase para estar en donde estoy ahora, además tu te buscaste eso, todo te pasa por ser un marica de mierda Katsuki, si no fueras un error no te pasaría nada"

Las palabras de su madre cruzaron por su mente esa ultima vez, sintió los ojos humedecerse al tener ese mal recuerdo de su dolorosa vida. Es un varón, claro que lo es, como va a negar algo con lo que el nació, pero si niega completamente los estándares estereotipados que se ve obligado a cumplir por la presión de su familia; porque no quería decepcionar, debía ser un hombre de buena postura tanto económica como de carácter, tenia que casarse con una mujer delgada a la que no ame solo por un trato o por su buena familia, tendría que tener hijos con esa mujer a los cuales les daría su apellido y criaría con el mismo estereotipo y trato con el que el fue llevado al "éxito" como su madre le dice.

No era normal sentir un cariño distinto hacía una persona de su mismo sexo, no era normal querer besar a un chico, no era normal querer ser sometido por un hombre que lo haga sentir deseado, amado, especial, importante, no era normal, No era normal! ¡No era normal! ¡NO ERA NORMAL!.