◣ 𝗦𝗢𝗙𝗧 𝗦𝗣𝗢𝗧 ◥

3 𝗬𝗘𝗔𝗥 𝗢𝗟𝗗

3 AÑOS

"¡Ha hablado la princesa, lunático!"

—LOS PRÓXIMOS AÑOS PASARON MÁS RÁPIDO DE LO ESPERADO. Alexandria solo tenía 3 años, pero era casi la copia exacta de su padre adoptivo. Aunque Tom era su padre y se sentía cómoda con él, se sentía más cómoda con Sirius y Remus, y sería la niña de tres años que tenía con ellos, pero sería mucho más madura con los demás.

Nadie en el mundo mágico sabía que Voldemort todavía estaba vivo, excepto los mortífagos que vivían en la mansión de Slytherin. Sin embargo, Lord Slytherin casi se estaba apoderando del Wizengamot, para consternación de cierto Jefe Brujo: Albus Dumbledore.

Tom adoraría a su hija más y más cada segundo que pasaba, algo que todos notaron en la mansión, debido a la cantidad de amor en sus ojos cada vez que ella estaba cerca. Había dejado de negar que era padre, y Alexandria lo llamaba 'Tom' o 'Padre' según el estado de ánimo en el que se encontraba. También era excepcionalmente inteligente para su edad, tenía el vocabulario, los modales, la postura y casi todo perfectos.

Sin embargo, ella todavía no sabe que solía ser Potter, y todos planeaban mantenerlo así por algunos años más.

Bellatrix y Narcissa han sido figuras maternas para la niña. Bellatrix más, sin embargo, porque los Malfoy no viven con ellos, y también porque Alexandria odiaba a Draco Malfoy con todo su corazón, yendo tan lejos como para llamarlo 'tonto oxigenado arrogante', haciendo que su padre siempre le recordara que su cabello era realmente blanqueado, a lo que ella respondía con: "Lo sé. Solo lo llamo 'oxigenado', porque destruye su orgullo Malfoy por unos minutos", haciendo que Sirius sonría con orgullo.

Dolohov, Mulciber, Barty y Rabastan siempre la estaban adorando, lo que era sorprendente si se consideraba lo sanguinarios que eran en realidad el cuarteto...

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—¡Canuto! ¡Lunático! ¡Despierten!— exclamó Alexandria Slytherin de 3 años, saltando sobre la cama de Remus y Sirius. 

La pareja casada abrió los ojos simultáneamente. Sirius sonrió al ver a su ahijada, jalándola en sus brazos, ganándose un grito de sorpresa de la niña.

—Buenos días Lexie—. Sirius saludó, alborotando su cabello. 

Alexandria trató de quitarle las manos de una palmada, —¡No el cabello!— Lo intentó, gimiendo cuando Remus se unió a la agitación.

—¿A qué nos complacemos en esta hermosa mañana?— Sirius preguntó a su ahijada mientras su esposo se levantaba de la cama y se dirigía al baño.

—Desayuno.— Alexandria simplemente respondió como si fuera obvio.

Sirius asintió, —Ah, sí. Por supuesto—. Él sonrió mientras la lanzaba por los aires, haciéndola chillar de nuevo, y la atrapó.

—Canuto, no dejes caer a nuestra ahijada—. regañó Remus mientras salía del baño, mirando a su esposo.

Sirius simplemente sonrió, arrojándola al aire y atrapándola, —A ella le gusta. ¿A ti no, Lexie?—

—No me gusta que me dejen caer, muchas gracias—. dijo con descaro Alexandria, haciendo que Remus se echara a reír.

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—Black, no dejes caer a mi hija—. Tom advirtió cuando la pareja Black entró, sin siquiera levantar la vista del diario profeta en sus manos.

Sirius, que tenía a su ahijada sobre los hombros, hizo un puchero. —¿Por qué todos piensan que yo haría eso?—

—Porque suena como algo que harías—. Barty sonrió, saludando a Alexandria, quien le devolvió el saludo con entusiasmo, haciendo que los corazones de casi todos se derritieran.

—No, no es así—. negó Sirius, poniendo a su ahijada en una silla. 

—Sí, lo es—. 

Mientras Barty y Sirius discutían sobre eso, Tom y su hija comenzaron a hablar.

—Tengo algunas cosas que hacer hoy y necesito que todos vengan conmigo. ¿Quién quieres que se quede contigo?— preguntó Tom.

A pesar de que su hija solo tenía 3 años, sabía que ella entendía perfectamente, por eso le hablaba como si hablara con cualquier otra persona, pero con una voz y una mirada más suaves y cariñosas. 

—Canuto y lunático—, respondió Alexa.

Tom asintió y no pudo evitar sonreír cuando su hija comenzó a insultar a Mulciber, quien se veía extremadamente divertido.

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—¡Canuto, esa no es una buena idea!— Remus lo intentó. Ahora eran los únicos dos que se ocupaban de Alexandria, ya que los demás estaban todos en una misión. 

Sirius, que estaba sacando un palo de escoba, miró a su ahijada emocionada. —¿Crees que es una buena idea, Lexie?—

Alexa asintió con entusiasmo, sonriendo cuando Sirius la puso frente a él en el palo de la escoba para poder protegerla de una caída mejor. —¡La princesa ha hablado, lunático!— exclamó Sirius, volando él y su ahijada hacia arriba.

Los ojos de Remus se llenaron de horror, —¡Sirius, ella CAERÁ!— 

—¡La estoy abrazando!— 

—Definitivamente serás crucificado por nuestro señor esta noche—. murmuró Remus, finalmente rindiéndose.

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—¿Te diviertes, Lexie?— cuestionó Sirius mientras volaban por los terrenos de la mansión. 

Alexandria asintió, demasiado asombrada por la hermosa vista para responder, haciendo reír a su padrino. 

—Entonces, ¿supongo que te gusta volar?—

—Mhm—. Alexandria tarareó, sonriendo cuando él besó la parte superior de su cabeza.

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Sirius guardó el palo de la escoba, cargando a su ahijada sobre su espalda. Simplemente sonrió cuando vio al señor oscuro mirándolo.

—¿Ya terminó, mi señor?— 

—Sí.— Tom dijo, sonriendo cuando su hija corrió hacia él y lo abrazó: —No te lastimaste, ¿verdad?—.

Alexandria negó con la cabeza, riéndose cuando su padre la sostuvo sobre su cadera. —Canuto me cuidó—. 

—Él mejor.— Tom miró al padrino, quien se encogió de hombros con una sonrisa descarada.