𝐃𝐢𝐞𝐜𝐢𝐬𝐞́𝐢𝐬

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Dicen que todos son buenos para algo. A algunos se les da bien el dibujo, otros las matemáticas, a otros la cocina y el teatro o el canto y el baile. Pero Solar se sentía realmente inútil entre los otros chicos.

Se ponía a recortar papeles cuadrados, y seguro de tres, dos terminaban muy doblados o con un tajo en medio. Si se ocupaba de cuidar el horno para que el pastel no se quemara, era exactamente eso lo que ocurría. Y así podría dar varios ejemplos más.

Por eso había terminado frustrada, sentada en la escalera viendo como el resto ayudaba en algo. Incluso las señoras Min y Park estaban colaborando con el ramo de rosas y escogiendo colores para las cortinas.

—Hola Solar—saludó alguien a su costado. Ella no miró. Era un muchacho bajito y tenía un gran parecido a alguien, pero no recordaba quién—. ¿Quieres ayudarme con algo? Tu novia me dijo que sabes cantar.

—Canto feo, n-no creo...—buscó la mirada de Moonbyul, y ésta le sonrió—. Puedo intentarlo, depende de lo que quieras.

Hoseok vio como el peli-negro asintió mientras ambos se ponían de pie para perderse escaleras arriba, y se volvió hacia Jimin.

—Le va a hacer bien distraerse—comentó.

El peli-castaño asintió.

—Es verdad, y canta muy bonito. Él también es un buen chico.

—Oye Jim—Lee habló desde el suelo, escribía un papel con un plumón—, ¿ya fuiste a la joyería?

—¿Joyería?—preguntó confundida la mujer.

Moonbyul le pegó a Lee con una revista en la cabeza, el chico no se quejó. La señora Min no sabía nada y la señora Park mucho menos.

—Es que yo... bueno, yo tenía pensado...

—Jimin quería comprarle un collar a YoonGi, uno de esos que son compartidos. Pero se suponía que era una sorpresa—la misma persona que casi lo metía en aprietos, fue la misma que lo había salvado. Al menos a medias, porque la señora Park no estaba tan confiada en la respuesta.

Conocía a su hijo de pies a cabeza, y algo no le cuadraba. Porque por lo que ella tenía entendido a su yerno no le gustaban demasiado los collares y de hecho eran pocas las veces en que le había visto luciendo alhajas de ese estilo. Pero como al parecer era solo ella quien pensaba así y la tarta de duraznos por su aroma desde el horno la llamaba, no dijo nada y corrió a la cocina.

Mamá Min, o simplemente la señora Min, siguió a la otra mujer manteniendo distancia. Ahora que se daba cuenta jamás se había detenido a verla, pero pudo notar que Jimin y ella se parecían demasiado, quizás tanto como ella con YoonGi. E incluso debía admitir que se le hacía bastante atractiva, tal vez por que siempre le habían llamado la atención las personas más altas que si misma o solo porque sus personalidades se complementaban.

—¿Se quemó?—preguntó parándose en puntas de pie tras la barra que separaba la cocina del comedor, aún así no lograba ver bien la tarta.

—Un poco—dejó la tarta sobre la mesada de mármol para que se enfriará un poco naturalmente antes de meterla en la heladera y se acerco a la barra—, pero descuida, les va a gustar.

—Eso es verdad. A nuestros hijos de todas maneras les encantan las tartas como sean—YeonMi sonrió viendo a la otra mujer.

—¿Quieres tomar un té conmigo, unnie?

Años habían pasado desde que una persona poco menor que ella le llamaba unnie. A todo mundo gustaba más decirle Sunbae, pero ella se sentía especial con el otro apodo. Un poco avergonzada asintió con la cabeza, la señora Park se dió vuelta entonces para poner el jarro con agua y mientras esperaba a que hirviera sacaba dos bonitas tazas bajo la mirada atenta de YeonMi.

—Mamá Min, ¡pst! ¡pst!

Jimin le llamaba desde el umbral de la puerta que separaba en living de la cocina-comedor. La mujer en silencio se acercó.

—¿Que ocurre cariño?

—Como ya hemos terminado todo con los chicos iremos al centro comercial, hay algo que necesito comprar. 

—Está bien pero, ¿porqué me lo dices a mi?

—Mientras usted no se marche, mamá tampoco lo hará. Ella casi no pasa tiempo aquí y si no se desapareció aún es—Jimin se fijo en que su madre no estuviera cerca—, porque usted está en la casa.

—¿Quieres que me quede hasta que regresen?

—Si ¿Por favor?—suplicó formando un puchero con los labios.

YeonMi no pudo negarse ante el menor, solo le revolvió el cabello y rwgresó


(...)

—¿Y qué tienes pensado?—preguntó curiosa Solar, dejando atrás a su novia para caminar junto al peli-castaño.

Jimin suspiró. No tenía idea de que modelo podía escoger entre todos los que de seguro le ofrecerían y tampoco estaba seguro que que a su novio le gustara. Porque el en ese sentido era bastante especial, de hecho casi ni usaba alhajas que no fueran pendientes.

—Lo único que sé, es que tiene que ser lindo y especial.

Media hora después, solo Hoseok y Moonbyul habían entrado a la tienda con Park. El resto del grupo prefirió quedarse viendo otras tiendas de ropa para no hacer demasiado bulto.

Y ahora lo único que Jimin sabe, es que no sabe nada.
Le estaba frustrando la situación y ponerse de malhumor no era una buena opción.

—Jimin, si quieres podemos ir a otro lugar—susurró la chica—, y quizás encuentres algo que te guste más.

La verdad es que Park no hallaba nada que en verdad le convenciera. Y si, en verdad ya estaba considerando la idea de Moonbyul.

—¡Jimin!—Hoseok gritó, estaba en el otro extremo de la joyería, era la seccion de colgantes pero el chico tenía algo circular en la mano—, ¿porqué ese oso negro está en todos lados?

Algo especial, ¡bingo!

El peli-castaño regresó al mostrador, la muchacha que ya lo había atendido le sonrió.

—Quiero grabar un anillo.

—Quiero grabar un anillo

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La señora Min y la sra. Park son buenas amigas. Tienen una relación rara, más o menos parecida a cuando nos gusta una persona del mismo sexo pero no es posible avanzar más allá:3

Espero les guste el cap y se encuentren muy bien♡

¡𝐇𝐄𝐘, 𝐏𝐀𝐑𝐊 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍! ꒰ ᴊɪᴍsᴜ ◍ ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ ꒱ #pgp2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora