Camino de un lado a otro con el estrés a flor de piel, repaso las paredes y las esquinas detallando que todo esté en orden, además de colocando las decoraciones restantes. Las muchachas intentan decirme que me tranquilice, pero no les hago caso y le echo una ojeada rápida al reloj en mi muñeca izquierda.Mierda, ya son las 6. ¡Las 6! Y la fiesta comenzaba a las 9, todavía hay cosas que no están listas y yo ni me he duchado... Dios, por qué me habré metido en esto. Y por qué me fui por algo tan extravagante como una fiesta neón.
Tus extravagantes gustos, ¿quizá?
Este año había tenido suerte de que mi cumpleaños numero 21 cayera en una fecha en la que ya no tenía grabaciones. Era la primera vez en cuatro años que podía festejarlo con una fiesta. Cuando llegué aquí tenía 17 años casi recién cumplidos y comencé a trabajar prácticamente unos pocos días después. Las grabaciones me consumían mucho tiempo y luego comenzaron a salir más trabajos, por lo que casi nunca podía hacer nada extra, mucho menos organizar una fiesta, terminaba tardísimo las grabaciones y muy agotada.
Mis cumpleaños anteriores los había pasado en los sets de grabación. El equipo de producción, junto con mis compañeros y mis papás, me regalaban un pastel y cantaban feliz cumpleaños. Al salir me iba a alguna disco con Matt a terminar lo que restaba de día, y eso era todo. Por esa misma razón me hacia tanta ilusión festejar mi cumpleaños esta vez, pero que trabajón conllevaba. Aunque me desilusionaba un poco que mis papás no pudiesen asistir esta vez.
Un chico de baja estatura se posa frente a mí, y lo observo esperando a que me diga algo.
—Señorita, ya las lamparas de luz negra se encuentran instaladas. Si gusta puede probarlas. Ya hemos concluido nuestro trabajo —comenta con una sonrisa.
Me enderezo de la emoción, y le brindo una amplia sonrisa. — ¿Listo? ¡Que genial! Em... ¿Les doy el dinero en efectivo o...?
—Si no es mucha molestia, en efectivo sería mejor —dice amablemente, y me dedica una sonrisa ladina.
— ¿Les gustaría quedarse a la fiesta? —pregunto entregándoles el dinero.
Se miran entre sí y por un momento parecen asombrados, como si no lo esperasen. —Lo siento, señorita —se adelanta uno de ellos—, nos sentimos muy agradecidos, y nos encantaría, pero tenemos más trabajo luego de aquí.
—Oh —hago una mueca—. En ese caso, muchas gracias por su trabajo, y espero que tengan feliz noche.
De pronto la sonrisa que hay en mi rostro se desvanece, y vuelvo a caer en cuenta de la situación. Me giro bruscamente hacia las muchachas, que están terminando de retocarse el maquillaje.
— ¿Ya están listas? -pregunto sorprendida mientras las detallo.
Lucen hermosas, Camille lleva un vestido verde fluorescente que le sienta muy bien, además de unas figuras del mismo color que adornaban su rostro, y me llaman la atención unas gafas con unas especies de flamas neón muy peculiares que Amanda lleva sobre su cabeza. Por otro lado, yo parezco una vagabunda, con un pijama que seguro era de cuando tenía 10 años, despeinada y para colmo, descalza.
—Sí. Y tú también deberías ir a arreglarte. —Camille enarca una ceja, mientras me señala de arriba hacia abajo con su dedo.
—No puedo —me quejo—. Aún faltan decoraciones por colocar, y recibir a la gente de los pasteles.
Ugh, como extrañaba a mi mami. Desearía que estuviese aquí conmigo, y no tan lejos... Estoy segura que si ella fuese quien organizara esta fiesta, a las dos de la tarde ya todo hubiese quedado listo. Pero aquí estoy yo, una persona que apestaba para organizar fiestas, pero que a su vez era demasiado perfeccionista, al borde de un colapso de estrés. Nunca entenderé cómo le hacía. Quizás esa habilidad se desbloqueaba al tener hijos, o yo qué sé.
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Detrás de las cámaras [𝑺.𝑳]
Fanfic-Siempre supe que nuestro amor no estaría bien visto, o que al ser dos "figuras públicas" la gente tardaría en acostumbrarse a nosotros, al fin y al cabo, no éramos los primeros, ni los últimos. Nunca en mi vida había estado tan segura como del hech...