ㅤ05. Todo estará bien

469 68 3
                                    

Por primera vez en meses, Shinazugawa no se mostró apático a ella. En lugar de eso, no soltó ni una sola palabra y su semblante se mantuvo en blanco. No sabía cómo reaccionar ni qué decir ante la noticia.

Y con razón, pues era aquella mujer como una segunda madre para él.

—Tuve una misión ayer. Ella estaba allí; tenía varias heridas mortales que... —informó, no pudiendo completar la frase. Desvió la mirada a otro lado con algo parecido a la vergüenza—. Ella me habló de ti. Por alguna razón supo que era yo, así me pidió que te dijera...

—Que fuera feliz —completó él, recordando de forma rápida las veces en las que esa mujer le pidió, con el deseo de que dejara de pensar sólo en asesinar demonios, que fuera feliz. Su voz se escuchó más grave de lo normal.

—Así es.

Mayoko quiso dar un paso al frente y, tal vez, darle un abrazo. O decirle palabras para reconfortarlo aunque sea un poco e intentar disminuir aquel sentimiento de ira, culpabilidad y vacío que sabía, estaba creciendo dentro de él. Pero como era lo usual, no lo hizo. Tenía suficiente valor como para matar demonios y arriesgar su vida a diario, pero no como para decirle un simple "Todo estará bien" y dar apoyo emocional.

Era increíble, ¿no?

—Me incomoda darte esta noticia. Supongo que la querías mucho —continuó la pelinegra, colocando sus manos detrás de su espalda con inquietud y sintiéndolas húmedas debido a la sudoración causada por sus crecientes nervios—. Pero esa fue su última voluntad... así que haz lo posible por cumplirla.

—Yo... soy feliz ahora mismo —se defendió él, aunque no en modo de protesta si no como para asegurarle que era cierto. Mordió el interior de su mejilla antes de hablar.

Ella movió su cabeza asintiendo—. Entonces continúa siéndolo.

Iba a darse la vuelta para irse, y un nudo en su garganta se hizo presente. ¿Por qué le costaba tanto decir unas cortas palabras? ¿O tener algo de empatía y acompañarlo a sobrellevar el luto de perder a alguien especial? Meses atrás tal vez hubiera podido hacerlo; tenía más valentía para admitir sus sentimientos y no significaba ningún esfuerzo el ser expresiva con los demás.

¿De verdad estaba tan mal? ¿O sólo era ella con sus típicos bajones emocionales?

Lo más molesto de todo era que se trataba de él, Shinazugawa Sanemi. Una persona que a pesar de todo lo que habían vivido juntos, seguía siendo parte importante de su vida.

Cerrando sus ojos con fuerza una vez de espaldas, caminó a paso lento tal y como si arrastrara sus pies hasta la salida de la finca con notable pesadumbre. Recriminándose a sí misma con odio, y diciéndose lo cobarde, inútil e insuficiente que era.

No obstante, esa voz que acostumbraba a escucharse con rabia, enojo y dejos de locura ocasionó que todos esos pensamientos se detuvieran para, finalmente, escucharse con desilusión y pesar. Sanemi pronunció su nombre a sus espaldas, lo cual causó que detuviera su andar de inmediato.

—¡Mayoko!

Se sorprendió que la llamara por su nombre. Dándose la vuelta y topándoselo frente a ella, lo miró expectante.

—Gracias —fue lo único que salió de su boca. Esperó algo más, pero no dijo nada más.

—No te preocupes.

Se quedaron en silencio, viéndose el uno al otro quizás esperando un movimiento de parte del contrario que diera inicio a algo. Era poco usual ver a Sanemi de aquella forma; sin su ceño fruncido y con la mirada pérdida y a ella, con el cansancio reflejado en todo su rostro cuando lo común era una expresión tranquila y agradable.

𝗟𝗢𝗩𝗘𝗥 𝗢𝗙 𝗠𝗜𝗡𝗘 | Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora