Hijo de la Luna ~ TaeKook ~ Omegaverse

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Hoseok observó a los jóvenes con sus ojos ámbar llenos de preocupación, sobre todo a Jungkook. Estaba a meses de cumplir diecisiete años y no había ningún rastro del celo del menor. Por supuesto que no era beta porque tenía un aroma y, además, el lobo de Taehyung reconocía al menor como su pareja omega.

Pero, ¿Por qué Jungkook no tenía su celo? Este celo en la mayoría de jóvenes lobos les daba a los 15 años, sin embargo, recordó que Jungkookie no tenía un solo animal, tenía en su ser a un lobo y un tigre.

Hoseok es un alfa tigre, entonces decidió investigar el celo de los tigres, para ver que ocurría con su menor. Pero por ahora, disfrutaría viéndolo sonreír y correr.

La actitud del alfa joven, de Taehyung, cambió. Su actitud infantil y juguetona reemplazó a una seria y pensativa, tal vez esa conexión con su lobo, hizo que todos sus pensamientos se vuelvan ya no solo para pensar en él, sino en lo que pedía su lobo.

Sin embargo, la actitud con Jungkook no cambiaba, seguía jugando y mimando al menor, seguía con sus besos y abrazos pegajosos.

-¡Taehyung! – el grito feliz de Jungkook despejó la mente de Hoseok. El lobo de Taehyung apareció después de haberse sumergido para atrapar a Jungkook - ¡Eso es trampa!

El aullido del lobo hizo a Jungkook reír, se sumergió tapando su nariz y mutó a su lobo gris para luego regresar a la superficie y ladrar amistosamente al lobo más grande.

Sin duda el menor ha mejorado, desde la primera vez que logró conectar con su lobo con dificultad, ahora ya puede hacerlo en menos minutos y eso fue gracias a la ayuda de Taehyung. El mayor además de un apoyo ha sido una guía para Jungkook.

-¡Diez minutos más en el río! ¡Después vuelven a la casa, comen y pueden ir a dormir! – Hoseok gritó levantándose para ir a cosechar algunas frutas para la cena - ¿Me escucharon lobitos? – unos aullidos fue la respuesta para el mayor

Jungkook ante la distracción del lobo contrario se lanzó encima de su lomo para morder su oreja con diversión. Taehyung ladró fuerte y lo tumbó haciendo al lobo gris más pequeño sumergirse. Ambos adolescentes salieron del río para comenzar a correr por el bosque para que su pelaje se seque y sus lobos no se enfermen.

Se vistieron con la ropa que Hoseok siempre les dejaba afuera de la casa después de que los chicos mutaran y se quedaran a la deriva desnudos.

El ambiente aquel día estaba tan hogareño, los adolescentes se burlaban de Hoseok, mientras este se quejaba gruñendo comiendo su ensalada. Sus ojos estaban castaños debido a la noche, pero esa vez, los ojos de Jungkoook brillaban en un fuerte gris.

Al terminar Taehyung se levantó a arreglar la cocina y a lavar los platos mientras Jungkook arreglaba el comedor y barría un poco las migas que habían caído por haber estado jugando, Hoseok se acercó a dejar su plato y se quedó estático cuando ambos chicos estaban a unos diez centímetros de alcanzar su altura

-Uy ¿Pueden dejar de crecer? Me estoy sintiendo viejo – Jungkook negó divertido parándose en las puntillas de los pies - ¡Y eso que no envejezco! – el mayor acarició las cabezas de cada uno con cariño y votó aire – Terminen y vayan a descansar que mañana iremos a un sitio muy espacioso para poder correr y mutar

Los lobos menores asintieron emocionados y la cocina se quedó en silencio cuando el mayor se fue a su habitación, Jungkook se acercó a Taehyung y le susurró.

-Hyung... ¿Iremos al cuarto del techo? – el mayor asintió con rapidez, Jungkook decidió adelantarse y correr a aquella habitación.

Esta habitación se podía observar el techo inclinado, y había un enorme ventanal en este dónde se visualizaba una hermosa luna llena y estrellas rodeándole con cariño. Hoseok decidió adecuar y arreglar esa habitación para sus chicos, estos niños siempre se quedaban hasta altas horas de la noche jugando entre gritos en la habitación de Jungkook, y esa habitación estaba a lado de la de Hoseok, por lo que ni siquiera dormía por los gritos. Así que decidió pasar la televisión y los videojuegos al cuarto del techo.