Sobreviviendo a Eros [TaeJin]

Capítulo 2

—Wow, no sabía que tu hermano se casaría con una anciana rica.

SeokJin se volteó a ver a Yoongi cuando este silbo por lo bajo, mirando a través del parabrisas el hotel donde tendría lugar la boda. —Hyung no se va a casar con una anciana, ¿por qué crees eso?

—¿Entonces por qué se casa?

—¿Por qué ama a la chica lo suficiente para dar ese paso con ella? Además no es ninguna anciana, tiene la misma edad que Hyung. —dijo con obviedad.

El pelinegro rodó los ojos—. No seas cursi. Si te casas, tiene que ser con un viejo rico que durante la luna de miel tenga un extraño accidente inexplicable y te deje toda su fortuna.

SeokJin agradeció que HyunJin se hubiese dormido durante el viaje pero se aseguraría de que el niño no pasara demasiado tiempo cerca de Yoongi, el hombre estaba mentalmente perturbado. Eso, o había logrado colar algo de su maravillosa droga dentro de su ropa y la había eliminado en la última estación en la que se detuvieron para que pudiese utilizar el baño. Yoongi era tan predecible como una ruleta rusa.

Sin querer escuchar otra de los ridículos ideales para su futuro, de Yoongi, SeokJin bajó del auto y se dirigió a la puerta trasera, sacando a HyunJin de su silla antes de acunarlo en sus brazos, asegurándose de tomar el peluche en forma de alpaca del asiento antes de permitir al botones del hotel tomar las maletas de la valija del auto y al valet hacerse cargo del vehículo. No habian traído muchas cosas, no esperaban quedarse mucho tiempo.

Una maldición baja escapó de sus labios cuando vio a su madre bajando las escaleras hacia él con una gran sonrisa en su rostro que puso sus pelos de punta.
—¡SeokJinnie, cariño, me alegra que hayas podido venir!

SeokJin hizo una mueca ante el escandaloso recibimiento de su madre, moviéndose en un suave vaivén en un intento de que HyunJin siguiera durmiendo sin ser perturbado. Su mente giraba en torno al hecho de que sus padres no sabían que tenía un hijo y cómo rayos iba a informarles que les había escondido tal suceso. Ellos
iban a tener su cuello, eso seguro.

—No podía faltar a la boda de mi Hyung. —su tono no tenía ninguna alegría real pero su madre fingió no notar su falta de entusiasmo.

Los ojos oscuros de la mujer se dirigieron al bulto en sus brazos—. Oh —parpadeo—. ¿Y quién es este pequeñito?

—Él es... es... el hijo de Yoongi.

—¿De Yoongi? —su madre observó al pelinegro cuando este llegó a su lado. Los pantalones a cuadros, que SeokJin tenía la sospecha eran pijamas, la sudadera grande y el cabello desordenado no daban la talla de padre de familia pero no había muchas opciones por el momento—. No sabía que te habías casado, Yoongi.

—¿Casado?

—Si, ni siquiera me enteré de que habías encontrado una pareja. —su madre siguió como si nada.

SeokJin salió a la cruzada—. Habla del padre de HyunJin, Yoongi, tu hijo.

—¿Mi hijo? —Yoongi lo miró extrañado antes de que sus ojos se abrieran en comprensión —. Por supuesto, mi hijo HyunJin, a veces lo olvido.

Su madre lo miró con desconfianza—. ¿Y dónde está tu pareja, querido?

—No hay ninguna —el pelinegro respondió con tranquilidad—. Ni siquiera me acuerdo de como fue, seguramente estaba intoxicado hasta el culo y me metí con el primer tipo que se me cruzó, entre una cosa y otra se me olvido la burbujita y antes de que el efecto desapareciera ¡boom! niño al instante. Cosas que pasan.

SeokJin gimió bajo, hundiendo su rostro en la ropa de su hijo. Su madre estaba oficialmente horrorizada ahora. Genial. Estaba comenzando a repensar si la idea de traer a Yoongi con él había sido tan brillante como había parecido en el momento en que lo invitó.