Capítulo 8

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Frotando una mano por su rostro, SeokJin terminó de ordenar los últimos papeles que necesitaba y los metió en una carpeta, haciéndose una nota mental para pedirle a Jihyo que les diera un vistazo. Estaba cansado y tenia hambre  pero al menos había terminado las cosas más importantes del día para poder salir a tiempo y pasar el resto del día con su hijo.

Se sorprendió bastante cuando la puerta de su oficina se abrió y HyunJin, aun llevando su disfraz de osito, entró. Sus ojos eran enormes en su rostro mientras observaba los ramos de rosas, pero cuando se posaron en él, sonrió y corrió en su dirección.

—¡Papi!

Sacando la silla de debajo del escritorio, observó a su hijo rodear el mismo antes de arrojarse a sus brazos. Subiendolo a su regazo, le sonrió—. Hola, bebé —beso su mejilla—. ¿Dónde está tu papá?

—Aquí —tendió una caja de chocolates con forma de corazón que tenían una nota pegada arriba.

Quitando el papel, rodeo a su hijo con un brazo para evitar una caida y leyó la nota: "Mi papá cree que tienes unos ojos hermosos y unos labios bonitos, ¿saldrías a una cita con él para que pueda descubrir que tu corazón tiene las mismas cualidades?"

Elevó una ceja cuando la puerta se abrio y Taehyung entró—. ¿Estas utilizando a nuestro hijo para pedirme una cita?

—No le vi el lado malo a utilizar a la personita que tiene la mitad de mi corazón para lograr que la que tiene la otra parte acepte salir conmigo —parpadeo con inocencia fingida—. ¿Hice algo malo?

Rodando los ojos ante el tipo, abrió la caja de bombones y le tendió uno a su hijo y a Taehyung antes de esconder la misma para evitar que su pequeño enfermara por comer ese tipo de cosas. Volvió a mirar a Taehyung.

—¿Que tienes planeado? —preguntó, tomando sus cosas para poder marcharse.

—A decir verdad, pensé que me dirias que no —lo miró aturdido.

SeokJin rió—. Pues, te estoy diciendo que si, así que inventa algo.

Los ojos del castaño tenían un suave brillo en ellos cuando lo observaron acercarse—. ¿Te he dicho ya cuanto había extrañado tu risa?

—No lo creo. —dejo que Taehyung tomara a HyunJin en brazos y lo acercara a su cuerpo con su brazo libre.

—Siempre he amado ese sonido y lo extrañe cada día que estuvimos separados —susurró, dejando un rápido beso en sus labios—. Y para la cita, ¿qué te parece un picnic en el parque?

—Mmm, creo que puedo tolerar un poco de aire fresco.

Taehyung lo miró con diversión—. No vas a hacerme esto fácil, ¿verdad?

—Mmm-mhm —negó con la cabeza.

—Es una pena para ti que sepa perfectamente lo que te gusta —sonrió, acercándose y bajando la voz—. Y sé que amas los picnics porque crees que son románticos, más aun si son cerca de un lago.

Oprimiendo los labios juntos, se negó a responder a eso. Tenía razón, Taehyung sabia mucho de él, nunca
había sido una persona cerrada cuando se trataba del castaño, por lo que conocía todos sus secretos detalladamente. Eso haría las cosas más interesantes a su parecer.

Poniéndose de acuerdo en que Taehyung iría por él a su casa para darle tiempo de cambiarse y al castaño de comprar las cosas necesarias para el picnic, ambos se marcharon en sus propios autos. HyunJin había parecido un poco enojado por tener que volver a alejarse de papi pero lograron convencerlo con la promesa de más dulces.






Sobreviviendo a Eros [TaeJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora