Todo estaba totalmente oscuro, no se escuchaba ningún sonido, sólo el de los latidos de un corazón y unos jadeos, aparentemente eran míos, pero no los sentía así era como estar en un cuerpo, sin tener el control de él, quise hablar, pero fue un intento inútil como lo esperaba.
De repente unas grandes y frías manos comenzaron a ahorcarme, sentía como decesperadamente me faltaba el aire, pero ni un sonido podía emitir, tampoco podía moverme, simplemente sentir el asfixiante dolor, sentí un cálido aliento por todo mi rostro que después me provocó un picor en el rostro y unos ojos fríos se abrieron frente a mi, esa mirada yo la conocía y no tardé mucho en saber de quien era.. Daniel.
Dejaba que mi boli se deslizara por toda la hoja de papel. Simplemente intentaba capturar el ambiente que mis ojos percibían del lugar. Me gustaba salir a las montañas durante las mañanas antes de que el sol comenzara a salir y así poder ver el ultimo alieno de la oscuridad y aprovechaba el tiempo para aprender nuevas técnicas de dibujo.
Había un excelente clima así que al salir el sol me puse a pasear un poco, tome mi mochila, guardé mis cosas y me puse en marcha, parecía un laberinto con tantos árboles levantándose al rededor mio.
Después de a ver caminado un buen tiempo bajé de las pequeñas montañas y me dirijí a casa hoy seguro jugaba todo el día videojuegos, no tenia planes, ni tareas por hacer. Preferí tomar el camino largo a casa, no tenia un verdadero apuro en llegar.
