° ° «[𝐿𝒶 𝐻𝒶𝒾𝓉𝒶𝓃𝒾 𝒫𝑒𝓇𝒹𝒾𝒹𝒶]» ° °

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 12

17 de septiembre

Han pasado ya 4 semanas casi un mes desde esa noche, hace menos de 1 semana la familia Hamada tomó el valor de decirle o más bien dar la noticia a toda su familia y a los amigos o conocidos de la pequeña Yoriko, nadie enserio nadie se lo esperaba todos estaban devastados, la escuela fue informada y dieron sus más sinceras disculpas y fuerzas, cada día sin falta iban a visitarte, se la pasaban platicando contigo como si los escucharás y esperaban respuesta pero nunca llegaba, Senju iba junto a Takeomi te contaban cómo les había ido y el como se te extrañaba en su hogar, Takeomi no aguantó más y lloró recordando como lo molestabas diciéndole viejo y que jamás conseguiría una novia, Senju contaba como era que iba en clases y como había mejorado sus técnicas a pesar que ya no la entrenarán. Wakasa por otra parte dejo todo lo que tenía y se quedaba junto a Shinichiro como pretexto de estar cerca de la chica, se lamentó el haber estar ocupado esa noche, iba por todo lo que necesitaban, ayudaba a los familiares en lo que podía. Cuando solía quedarse con ella le hablaba de sus sentimientos, sus gustos, planes, deseos, sobre cada cita que tenía con las chicas, incluso hasta le confesó su amor por ella.

No creí llegar a sentir tanto cariño con una niña hasta que llegaste tú, ese día nos encontrábamos en el taller de Shinichiro cuando Katashi llegó con una pequeña niña en su espalda *al parecer ibas dormida* -pensó- diciendo que ahora eras su hermanita menor, cuando te bajó todos vimos a una niña indefensa, eras muy chiquita a nuestro lado, cuando levantaste tu cabecita esos bellos y hermosos ojos pequeños sin luz o muestra de vida de color violeta intenso hicieron que me perdiera en ellos, sentí una sensación de tranquilidad al verte, lograste lo que ninguna mujer de mi edad hiciera, los chicos me llamaron enfermo por haberme enamorado de una niña, no podía negarles todo el cariño y amor que sentía y siento por ti, aunque no podamos ser nada más que amigos yo te amo, Yoriko Hamada, de todas las mujeres de mi edad que hay y con las que he salido eres la única que ha podido entrar en mi corazón, que me llamen loco por amar a una menor, mi cariño hacia ti es sincero. Quiero protegerte, cuidarte, pero eso ya lo hace alguien más, lamento que estés así, aunque sepa no podría hacer nada. -Empezó a derramar lágrimas- No me alejaré de ti aunque Katashi y Shinichiro me digan, te seguiré a dónde quiera que vayas, quiero verte feliz aunque no sea conmigo.

Esas palabras y pensamientos fueron dedicados por el chico de cabellos pintados, que sin haberse dado cuenta el Hermano mayor había escuchado cada palabra que salió de su boca era sincera y sin ninguna malicia, comprendió todo, en verdad su amigo sentía amor hacía su hermanita pero porque siempre tiene que haber impedimentos en el amor? Eso se cuestionó para así retirarse de ese lugar para que su amigo siguiera y se desahogara.

22 de septiembre

Amaneció nublado y con una brisa fresca, 5 días pasaron desde que te fueron a visitar, el día anterior no tuviste visitas, y al parecer tampoco las tendría hoy, al parecer todos se encontraban ocupados tal vez estaban en periodos de exámen, estarian ocupados con el refugio o tendrían planes para esos días. Te encontrabas bajo esas sábanas entubada los doctores iban cada 2 horas a ver tu ritmo cardíaco, respiración, etc. Las enfermeras te solían cambiar en ausencia de algún familiar, se encargaban de humectar tu piel, de limpiarte con trapos tu cuerpo y rostro, ponían bálsamo en tus labios y solían peinar tu cabello, les daba tristeza verte,a una niña estando en esas situaciones todo por salvar a la persona que más ha admirado eso les daba mucho de que pensar de la más pequeña, entre ellas decían y opinaban que habías sido muy valiente para protegerlo, que tenías un gran corazón y estabas dispuesta a dar tu vida por otros. Todos en el hospital sabían lo que habías hecho estaban impresionados de tu acción, muchos deseaban tener ese valor. Cada persona que pasaba por tú habitación paraba el paso en la puerta para inclinarse y hacer una oración ya fuera larga o corta en donde pedían que te recuperaras pronto, y luego seguir su camino.
Habías ganado cierta popularidad en esas semanas que habían pasado.

23 de septiembre

KEISUKE BAJI:

No he visto a Kazutora desde el día del juicio, mi madre se ha molestado conmigo y cada noche la escucho llorar eso me hace sentir muy mal, yo no quería hacerlo pero no lo quería dejar solo... Kazutora solo quería ver a Mikey feliz y que se sintiera orgulloso de él, he intentado hablar con Mikey pero está demasiado enojado y roto que me evita a todo lo que da. Tengo arresto domiciliario y cargos por haber sido cómplice de robo y de dejar a una persona en mal estado. Ese día cuando salimos del juicio Mikey se acercó diciendo que a la chica que estaba ahí era su mejor amiga, eso me hizo pensar en quién era esa niña, y porque estaba el tienda de Shinichiro si el no suele estar con niñas más que con Emma. Espero algún día pueda perdonarnos por haber lastimado a un ser importante para él.