CAPITULO 9. EL COLOR DE TUS SUEÑOS

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No sé cuánto tiempo ha pasado pero aquí sigo debajo de este manzano, a veces he escuchado a Min llorar y gritar... lo he escuchado tocar el piano esa hermosa pieza que me compuso.

De repente vi llegar una luz, era mi amado Min por fin llegaste... - eres tú mi pequeña -llorando- eres tú, aquí has estado-, mi amor si, aquí te he esperado, en nuestros sueños me he quedado para verte todas las veces que tú quieras verme y si decides olvidarme aquí seguiré por qué te lo dije, te amare por siempre y nunca lo dejaré de hacer, así tú decidas ya no hacerlo, -jamás, jamás amor tú eres la mujer de mi vida para toda la eternidad, me abrazo y se quedó aquí conmigo hasta despertar-, así cada día viene a mí y me cuenta como está, que hace, y ya sabe que es ese mar de luces moradas, me dijo que se llama ARMY, y que él y otros chicos cantan, bailan y son amados por ellas, -ahora todos me dicen Suga-, como tú nombre que usabas cuando nos conocimos, -te acuerdas cuando vendía mis composiciones y no ganaba mucho- si amor y mira ahora eres tan importante.  -Me tengo que ir mi pequeña Auriux pero regreso más tarde-… deja de dormí tanto mi corazón hermoso por qué dirán que eres un flojo (risas de ambos, jajaja- beso de despedida.).

Si vez dormir mucho a Suga es que viene a verme, para estar conmigo en sus sueños, en estos sueños de luces de color morado, bajo un manzano, donde se respira constantemente el olor cítrico de las mandarinas y menta del que me enamoré.

FIN.

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