Paso una hora y la joven todavía no volvía a la habitación, haciendo preocupar aún más a los chicos, pero más a su mejor amigo.
-¿Por qué tarda tanto? - murmuró el joven sentado mirando la puerta.
-Debera seguir con los chequeos, no te preocupes. - intento calmarlo Draken.
-Se tardan... - murmuró.
-¿Qué tal si jugamos al uno hasta que vuelvan? - Pregunto Chifuyu.
-Si! - grito Mikey feliz.
-...
-Estará bien, ella es fuerte. - murmuró angry apoyando su mano en la de Yuki.
-Lo sé, pero...
-Estas preocupado y no eres el único, pero confío en que estará bien - murmuró smiley.
El joven miró alñ smiley, este fingía esa sonrisa, estaba igual de preocupado que él, ya que e tardaban en volver, pero intentaban calmarlo por si llegaba a ahacer alguna locura.
-Bien... - suspiró - jueguemos...
Los presentes se pusieron a jugar entre todos esperando a la joven, mientras distraían a su amigo para que no se altere o preocupe de más.
Pasaron dos horas y la puerta de la habitación se abrió llamando la atención de todos volteando rápidamente a ver quién era, aunque no lo dijeran les preocupaba la condición de la joven.El padre de la joven traía en brazos a su hija, la cual estaba bastante agtada por todos los chequeos.
-¿Qué pasó? - gritó preocupado mirando a su amiga la cuál desvió la mirada.
-Yuki...tsuki ya - interrumpido -
-Nada. - respondió sería acostándose en la cama - No pasa nada, solo estoy cansada...
-No mientas, Tsuki - murmuró acercándose a su amiga, la cual se acomodó en su pecho.
-No miento... - susurró débil -
-Es mejor que la dejemos descansar - murmuró su padre saliendo de la habitación.
Los jóvenes se despidieron de la joven preocupados y ella solo les sonrió. Las escuchar los pasos de los jóvenes alejándose, la joven estalló comenzando a llorar mientras abrazaba a su amigo.
-¿Tsuki? ¿Qué pasa? ¿Te duele algo? - pregunto asustado.
-Y-yuki... Lo lamento...lo lamento tanto...
-¿Por qué te disculpas? - murmuró preocupado.
-N-no podré...no podré cumplir nuestra promesa.
Se pudo escuchar claramente como ambos corazones se rompían en cuestión de segundos. El joven entre lágrimas comenzó a llorar mientras abrazaba posesivamente a su amiga sin alejarla o soltarla al igual que ella.
La joven se estaba muriendo, los chequeos ya no servían en ella y las medicinas ya no tenían el mismo resultado que antes. No le estaban haciendo efecto.
-¿No les dirás? - le susurró a su amiga, la cual estaba encima de él apollada en su pecho.-No...
-Tsuki, debes contarles, al menos a los hermanos kawata. Ellos se preocupan mucho por ti.
-Creeme que lo sé, pero es mejor alejarlos ahora y no cuando empeore.
Ambos comenzaron a charlar sobre empezar a mantener distancia con esos chicos. Sabían de sobra que eran buenos sujetos, pero no eran tan amigos.
Ambos pensaron que fueron a verlos solo por haberles dado algún que otro consejo y cuidar de uno de sus amigos, como pasó con otros pacientes del hospital. Solo iban a verlo dos o tres días y ya no volvían.
Lo entendían, nadie querría ser amigos de dos personas que se podrían llegar a morir en un abrir y cerrar de ojos o qué simplemente no pudieran salir del hospital.
Lo sabían, pero dolía.
Preferían ser ellos dos como siempre lo han sido. Años estando junto superando todo tipo de sufrimientos y viendo varias muertes casi todos los días por parte de pacientes, familiares o amigos.
Ellos contra su enfermedad.
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Á𝔫𝔤𝔢𝔩 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔤𝔲𝔞𝔯𝔡𝔞
RandomTsuki es una chica de aproximadamente 14 años, la cual sufre una grave enfermedad desde los 8 años, la cual hace que nuestra pequeña viva en el hospital 24/7. Siempre ah estado sufriendo a causa de su enfermedad, pero siempre se intenta mostrar con...