La relación amorosa de Sunoo y Sunghoon era diferente.
O al menos eso es lo que Sunoo se decía a sí mismo para convencerse de que su relación aún funcionaba, si es que alguna vez había funcionado.
Ni-ki siempre decía que Sunghoon no lo quería, pero Sunoo ignoraba sus palabras, porque si no lo quisiera no seguirían juntos, ni siquiera hubiera aceptado su declaración, ¿cierto?
La historia de como se conocieron era bastante simple, no había sido romántica o especial, se habían conocido gracias a que Sunoo buscaba un lugar donde quedarse y Sunghoon tenía una habitación libre en su apartamento. La primera vez que se vieron fue entre un desastre de cajas llenas de las pertenencias de Sunoo, quien había tropezado con su propio pie, tirando todo al piso.
Después de eso la relación entre ambos era solamente de compañeros de apartamento, Sunghoon casi nunca hablaba, mucho menos mostraba alguna expresión, y, sin saber la razón, Sunoo terminó perdidamente enamorado de Sunghoon.
Después de algunos días se dio cuenta que Sunghoon era bastante popular en el colegio, tenía muchas admiradoras y algunos admiradores también.
Sunoo, al igual que Sunghoon, se había convertido en alguien popular en tan solo unas semanas, ya que había logrado hacerse buen amigo de Jungwon, Ni-ki, Heeseung y Jake.
Un chasquido frente a su cara lo sacó de sus pensamientos sobre lo ocurrido hace dos años y medio, miró a Jake que lo miraba con una expresión de disgusto.
—He estado hablándote durante dos minutos pero no reaccionas, Sunoo.— explicó Heeseung quien estaba sentado a su derecha.— ¿En que piensas?
—En Sunghoon, ¿No es algo obvio?— se burló Ni-ki, ganándose una mirada de odio de parte de Sunoo.
—Sunnie, creo que deberías hablar con Sunghoon, llevan un año juntos y no has ganado ninguna muestra de cariño de su parte.— Jungwon miró con preocupación a Sunoo, no quería que su amigo sufriera.
—Sunghoon solo es tímido, pero estoy seguro de que me quiere.— respondió Sunoo con seguridad.
Pero estaba mintiendo. En el fondo, sabía que a Sunghoon no le interesaba en lo absoluto, ni él, ni su relación. Llevaban un año juntos, como pareja, y en todo ese tiempo Sunghoon nunca le había dado ni la más mínima muestra de cariño. No besos, ni siquiera en las mejillas. No abrazos. Ni mucho menos le decía palabras lindas. Cada vez que Sunoo le decía que lo quería, o que lo amaba, Sunghoon simplemente contestaba con un "lo sé".
—Sun, deja de engañarte, en la escuela está creciendo el rumor de que no hay tal relación, que tú inventaste que sales con Sunghoon y que él ni siquiera se ha enterado.— dijo Jake enojado, los otros tres chicos lo miraron de mala manera, había sido demasiado duro con Sunoo.
—Hablaré con él por la tarde.
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El resto del día pasó lento, y cuando Sunoo por fin salió de clases, se dirigió al lugar donde siempre lo esperaba Sunghoon, se había hecho una costumbre desde que empezaron a vivir juntos.
Sonrió inconscientemente al ver a Sunghoon recargado en su auto, mirando desinteresado algo en su celular.
—Hola, Hoonie.— saludó Sunoo emocionado, pero solo recibió silencio.
Durante camino a casa no hubo palabras, como siempre, tan solo los acompañaba la suave música de fondo y el sonido que hacía el pie de Sunoo al chocar una y otra vez con el suelo del auto.
Cuando por fin llegaron a casa, Sunghoon inmediatamente se sentó en el sofá a leer un libro. Sunoo se sentó junto a él.
—Sunghoon, debemos hablar de algo importante.
—¿Puede ser luego? Realmente quiero terminar este libro para mañana.— respondió su novio sin despegar la mirada de la página en la que estaba.
—Es sobre nuestra relación.
—¿Mhm? — Sunghoon dio vuelta a la página y siguió leyendo.
—Quiero que terminemos.— dijo Sunoo frustrado, pero parecía que a Sunghoon no le importaba.
—Bien.— respondió.
Sunoo sintió un horrible sentimiento en su pecho, ¿así se sentía un corazón roto? Porque era horrible, era como si doliera respirar, sentía nauseas y su cuerpo no reaccionaba, pero aún así se las arregló para salir de la casa.
Sin saber cómo, de pronto se encontró así mismo frente a la puerta de Ni-ki, quien abrió la puerta inmediatamente y lo miró preocupado, probablemente se veía horrible, tenía los ojos hinchados, algunas lágrimas aún corrían por sus mejillas y no paraba de temblar.
Ni-ki escuchó la historia con atención, mientras acariciaba el cabello de Sunoo, quien estaba recostado sobre sus piernas abrazando un cojín.
—Sunnie, te lo dije, pero no deberías dejar que te afecte tanto ¿si? Mañana iremos por tus pertenencias y te quedarás a vivir aquí, conmigo. No permitiré que vuelvan a hacerte daño.
Sunoo asintió, quizás era lo mejor, alejarse de Sunghoon no se escuchaba como una mala idea, si se quedaba solo se haría daño a si mismo, no podía obligar a Sunghoon a quererlo, era su culpa por no captar las señales que el mayor le había dado.
En cuanto Sunghoon dejara el apartamento, iría por sus cosas y no volvería jamás, estaba decidido. Era hora de olvidarle.
