¿Es un ave? ¿Es Un Avion?

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Vamos camino al trabajo con Vania y la vida ha sido mucho mas tranquila desde esa semana horrible que tuvimos. Hemos podido trabajar tranquilamente y poder ver mas y mas pacientes, ya que la gente se ha cuidado y ha llegado al hospital de manera mas segura. Mientras llegamos al hospital, vemos un auto negro del año, marca Suburban que esta estacionada enfrente.

"Nunca he visto ese auto." me dijo Vania.

"Yo tampoco, pero una Suburban no la compra cualquiera. Espero que sea alguien que venga a ayudar y no a tratar de arruinar el lugar." le dije.

Nos estacionamos y bajamos del auto. Ambos caminamos hacia el lobby para poder encontrar al dueño de tal auto y saber cual era la razón de venir.

"Buenas, mi nombre es Vania. Yo dirijo la clínica. ¿Hay algo en que le pueda ayudar?" dijo Vania directamente mientras estrechaba su mano.

"Hola. Mucho gusto. Soy el Capitán Muñoz de los bomberos del aeropuerto y estaba buscando a uno de sus paramedicos. Bueno, el único que tiene en estos momentos." dijo el señor alto, de casi 60 años de edad, sin barba,pelo gris y delgado, que andaba con traje de saco y corbata.

"Ese sería yo. Mucho gusto. Pero, ¿que necesita de mi?" le dije extrañado.

"He escuchado unas cuantas historias locas sobre ti y lo que haz hecho, pero sobre todo, he escuchado a mucha gente decir que no hay mejor paramédico ya que no solo haces un buen trabajo, sino que atiendes a tus pacientes con excelencia. Necesito eso en la estación y me gustaría que les dieras unas clases a mis paramédicos." me dijo.

"Estaría encantado pero no puedo irme de aquí. Tenemos el servicio de ambulancia habilitado de 7am a 5pm y como usted dijo, soy el único ahorita." le dije.

"Así es. Además, no hemos podido encontrar a otro paramédico que quiera venir a trabajar hasta aquí." le dijo Vania.

"Tengo una idea. Que piensan si traigo a uno de mis paramédicos a diario aquí a que se entrene con usted, le enseña lo que sabe y lo deja pulido para poder servir no solo en lo médico sino que en el trato con los pacientes. Verá, el problema que tengo es que varios de ellos no saben tratar a los pacientes y al trabajar en el aeropuerto, muchos pacientes son extranjeros los cuales amenazan con demandas. Necesito que tengan una clase de modales y que refuercen lo que saben." dijo el Capitán.

"Eso puedo autorizarlo y trataremos de hacer un convenio mutuo para poder presentar esta idea a la organización para la cual trabajamos, sin que exista algún problema. Debe darme el nombre de quien vendrá a trabajar o entrenarse con Martín para poder darle la información a los guardias que están afuera y así no hay problema cuando él entre a la ambulancia." dijo Vania.

"Esta bien. Le enviaré el nombre por correo y la foto de quien vendrá. Necesito documentado lo que él haga para poder constatar de que si tuvo un entrenamiento y que no vino aquí de turista." dijo él seriamente.

"No se preocupe. Yo me encargo de eso." le dije mientras estrechaba su mano.

El capitán se fue y yo comencé con mi trabajo diario. Fui a la ambulancia para poner todo en orden, tuve ayuda de Angela para arreglar ciertas cosas y enseñarle un poco más sobre ciertos equipos que usamos. Comencé a enseñarle un poco sobre que hacer en caso de no tener estas cosas, que podría usar ella estando en un lugar sin mucho acceso a equipo médico y claro, recalcar que siempre es importante llevar su mochila con implementos médicos para estar preparados en caso de emergencia. Muchas veces no la utilizamos, pero como una vez me dijeron
'Es mejor tenerla y no necesitarla, que necesitarla y no tenerla.'

Era casi medio día y estábamos almorzando cuando un muchacho de unos 22 años, piel trigueña, pelo corto, un poco robusto y con cara seria se me acerco.

Cronicas de un ParamedicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora