14; Lluvia II

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Sus piernas tiemblan ligeramente cuando está subiendo los peldaños de la casa de los Manoban, mira hacia atrás por reflejo y ve las puertas cerrarse.

Hay un eco extraño rebotando en las paredes de su cabeza, palabras que no logra distinguir bien. Cuando pasa dentro, la casa está teñida bajo la oscuridad y el silencio.

Se encuentra de pie en la sala, mirando todo con desconcierto. Bambam debería estar allí. Una pintura en la pared frente a ella capta su atención y su sangre se congela cuando la examina con cuidado.

Es ella. Desnuda y con las manos amarradas atrás, hay una mano que sujeta con fuerza su cuello y el perfil de alguien se asoma por detrás de ella. Un escalofrío le recorre el cuerpo la reconocer ese rostro.

Entonces algo envuelve su cuello por detrás y al girar desesperada, se encuentra con la misma persona del cuadro.

Lisa.

La mira con una sonrisa cerrada mientras sostiene su cuello y se aproxima a su rostro.

- ¿A qué le teme en verdad, señorita Kim?

Conecta los ojos con la pelinegra y traga grueso, ignorando el martilleo repulsivo de su corazón. La más alta mira hacia el frente y al imitarla, encuentra a toda su familia de pie frente a ella, mirandole con asco y desaprobación.

Jennie se retuerce, lucha contra Lisa buscando librarse de su agarre, no lo consigue. Ve a su familia retroceder aterrada y ella se congela durante un segundo antes de volverse hasta Lisa.

Lisa la voltea con fuerza antes de sujetarla del rostro con la mano y acercarla al suyo. No puede entender qué sucede pero siente como si su cuerpo dejara de responder en el instante que la pelinegra se aproxima a su cuello y murmura:

- No hay donde ir, Jennie.

Y despierta.

Toca su cuello con desesperación y se percata al instante que continúa acostada en su cama, con su alarma sonando ruidosamente a un lado y una brisa helada entrando por su ventana. Su piel está erizada.

Traga los nervios que le hacen temblar y cierra los ojos molesta, se niega a creer que está arrepentida - de alguna forma- por saber esa verdad que tanto buscaba.

Apaga la alarma para luego ponerse de pie y caminar hasta la ducha. Debe ir a casa de los Manoban, aún tiene un acuerdo que cumplir. Piensa en las palabras de Sorn y las historias de Sehun mientras lava su cuerpo.

No le asusta lo que Lisa haya hecho, porque ella de ningún modo caería en ese lugar. Lisa pudo haber dado en el clavo con la necesidad del dinero, pero por ningún motivo permitirá que se exceda con ella.

"Una amiga trabajó para ella, cayó en sus encantos. Le hizo cosas horribles, Jennie. Ella la azotaba."

La imagen llega junto a las palabras de Sehun e intenta alejarla de su mente. No necesita eso.

"Las amordazada y ataba sus manos, las obligaba a follar."

Traga grueso y se maldice así misma por no dejar de pensar en ello. No quiere hacerlo. No quiere tener en su mente la imagen de Lisa follandose a esas pobres mujeres que ni siquiera conoce. Le revuelve el estómago.

Cuando termina de alistarse para salir, se mira al espejo y entonces entiende que el único modo de asegurarse de que Lisa sepa su lugar, es enfrentandola ella misma. Pero se niega a dejar esto solo por temor, jamás demostrará que algo de todo lo que sabe le aterra.

Antes de marcharse, decide desayunar algo y se encuentra con su madre, bebiendo café en silencio.

- Buenos días.

"LOST ON YOU" | JenLisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora