Capítulo I

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Antes de empezar querido lector quiero decirte que no creas en nadie ni en nada...

Sin más por el momento me despido, espero disfrutes de esta historia.

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Todo comenzó en una tarde de Septiembre del año actual en la ciudad de Milán Italia, el edificio era enorme y me perdía muy seguido en los pasillos, era el primer día de clases, la escuela me gustaba mucho y estaba emocionado aunque un poco nervioso, no sé muy bien como socializar y conocer gente nueva, no es muy divertido para mí, aunque me emocionaba el hecho de saber que maestros nuevos llegarían y que nuevo conocimiento me transmitirían, me encantaba aprender cosas nuevas, el primer día de clases llegué quince minutos antes que todos, fui el primero en entrar al salón de clases, estaba super nervioso por saber que nuevos compañeros conocería, la primer persona en entrar fue una joven señorita con un rostro familiar, me alegré muchísimo al verla era mi vieja amiga Alessia, una chica extrovertida, apasionada, super aplicada y sin miedo de nada, la conocí un par de años atrás y nuestra amistad es genial, nos sentamos juntos y me preguntó.

- ¿Qué tipo de personas crees que conoceremos?

- No lo sé, contesté, pero por favor no me dejes solo sabes que no soy muy bueno para socializar y no quiero estar solo en un salón lleno de desconocidos.

-tranquilo me respondió ¿Qué es lo peor que podría pasar? Dijo en tono burlón.

Ja-ja te crees muy graciosa, ¿no? Respondí.

A los dos minutos entro una nueva persona esta vez era un joven un tanto alto, un poco fornido y después de un simple "hola, soy Matteo" procedió a sentarse junto a nosotros.

Hubo un silencio un poco incómodo para mí, acto seguido entraron 5 personas juntas, al parecer eran amigos de hace tiempo todos iban tan alegres y sonrientes hablando entre ellos que ni siquiera nos notaron, vaya no sabía si eso era bueno o malo, de cualquier manera, las risas mataron el silencio incomodo que había, poco a poco se fue llenando el salón con los que serían mis compañeros ese año, creí que ya habían entrado todos, hasta que la vi, una chica de ojos color verde profundo, hermoso cabello largo y brillante, piel clara y una sonrisa que me encanto desde el primer instante, iba un poco agitada ya que se le había hecho tarde, aunque se veía hermosa, cruzamos miradas sus ojos me atrapaban y no supe cómo reaccionar y por impulso voltee la mirada, carajo arruinando todo desde el primer momento, procedió a sentarse en el único asiento libre, era el último asiento de la misma fila en donde yo estaba, no sé porque pero de ella quería saber todo, cosa que nunca me había pasado.

Como primera cosa la maestra nos pidió presentarnos ante todos, al fin iba a poder saber su nombre, como yo era el primero en la fila me puse de pie y con voz un tanto nerviosa dije:

-Buenas tardes, mi nombre es Hans Whitaker, me gusta la lectura, la música y el deporte.

La siguiente fue mi amiga Alessia, y el siguiente fue Matteo al parecer también le gusta la música y está pensando en crear una banda, así fueron pasando los demás cuyos nombres no aprendí, y al fin el momento más esperado por mí, era el turno de esa chica tan maravillosa que pude apreciar por tan solo unos segundos se puso de pie y dijo:

-Me llamo Charlotte Bennet, me gusta cantar.

Procedió a sentarse, no puede ser le gusta cantar, otra razón más por la que la considero perfecta. Aunque es de muy pocas palabras.

Las clases ese día estuvieron un tanto aburridas ya que solo conocimos a los maestros, en el último periodo pude notar que Alessia y Matteo ya se llevaban bien, vaya que fácil lo hace ver, y cuando sonó la campana marcando la hora de salida.

-Hans, dijo Alessia, te quiero presentar a Matteo, mi amigo, nos dimos la mano y le dije: - mucho gusto, espero ser pronto tu amigo.

-Lo mismo digo, dijo Matteo

Estuvimos conversando por un rato hasta que vi la hora, maldita sea se me hace tarde para llegar a casa -dije en un tono exaltado- le dije a Alessia - ¿nos vamos? Ella me respondió en un tono no muy convencido - sí, ve la hora que es, mis padres se preocuparan.

Nos despedimos de Matteo con un simple ciao, caminamos hasta la parada de buses, esperamos un momento y nos subimos al bus, nos sentamos y no sabía si contarle o no mi interés sobre esa chica misteriosa de pocas palabras, decidí no comentar nada por el momento.

Cuando bajamos del bus Alessia me acompañó hasta mi casa y luego se dirigió a la suya nos vemos mañana le dije. -Ciao- me respondió.

Entré a mi casa y con un "estoy en casa" avise mi llegada, subí a mi cuarto y empecé a quitarme el uniforme que me incomodaba mucho era un suéter azul con una camisa celeste con corbata a rayas diagonales un pantalón de vestir azul marino y zapatos negros, para después ponerme ropa un poco más cómoda, abrí mi armario y lo primero que busqué fue una playera negra que me encanta, me quedaba justa y me hacía ver esbelto además era muy cómoda para dormir, luego busqué mi pantalón de dormir, un pants gris a cuadros muy acogedor, luego de cenar me acosté intentando dormir, para mi mala suerte no podía, pensé que sería una de esas noches largas de insomnio, pero lo que no me dejaba dormir era pensar en esa misteriosa chica que tan solo pronunció unas palabras en todo el día, -Charlotte- dije y me ganó un sueño profundo.

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Espero te haya gustado este capítulo es la primera vez que escribo algo y lo público si les gusta o hay algo que no se entienda del todo pueden dejarlo en los comentarios.

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Hans Whitaker

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