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Oh, Becca linda, despierta, ya es hora- decía mamá para despertarme e ir al colegio colocando mi canción favorita en el radio, para motivarme -

Lunes, era otro lunes, en donde solo tenia 5 años y mi madre me despertaba dulcemente, acompañada de esa linda melodía, que ocupaba el tiempo exacto para levantarme de mi cama e ir por mi uniforme, preparaba todo mientras mi madre preparaba mi desayuno, algo simple, leche y un poco de pan.
Bajaba con mis cosas y el cabello hecho un desastre, sin embargo esto se solucionaba cuando me sentaba a degustar mi leche, y mi madre se encargaba de peinar mis cabellos negros en una coleta, salíamos de casa y no pasaban más de 10 minutos para estar en el colegio.

Aún era difícil despedirme de ella, mis lágrimas no se contenían pero yo sonreía y le decía adiós, notaba su mirada de angustia pero era fuerte y se mostraba firmé.

Hola Becca, ¿Cómo te encuentras hoy linda?- decía mi profesora con una gran sonrisa-

Bien, gracias con un poco de frío- decía secando mis lagrimas y sonriendo-

Y muy puntual como siempre, eso es bueno y en estas fechas el clima no es muy agradable yo también tengo algo de frío... Pero pasa, acomoda tus cosas, no tardara mucho en sonar la campana - decía aún con tan magnífica sonrisa -

Y así fue solo 10 minutos y la profesora se encontraba ya dentro del salón dando la bienvenida, era muy lindo verle, me alegraba demasiado el día, las actividades no eran tan complicadas y la profesora las hacía realmente divertidas, como cualquier otro maestro no te dejaba salir al receso sin antes terminar una pequeña actividad.

Hola- decía alegremente Nicky-

Hola Nicky, ¿Cómo estás?- correspondiendo  el saludo cálidamente, ya que ella era mi única amiga-

Muy bien Becca, gracias y ¿Tú?- con inigualable sonrisa- ¿Quieres? - me ofreció de su fruta, exactamente granada china, la cual a simple vista no se veía del todo agradable-

¡Bien!, Oh gracias pero está vez no, hoy me comeré pechuga empanizada, ¿Gustas? - dije alegre, por lo cual Nicky accedió-

La campaña sonó y regresamos al salón, ya estaba emocionada ya que tocaba arte, mi materia favorita, era lo mejor según yo, hacía que me relajará y podía crear todo lo que saliera de mi corazón.

Paso el resto del día, para que sonara la campana, al salir me encontraba con mi tía la cual me llevaba a casa la cuál compartíamos, no siempre estaba conmigo y no siempre ella era la que se encargaba de mi, a veces por su trabajo tenía que salir y me quedaba sola, hacia mis tareas y después encendía el televisor para ver una película, alguna serie o programa y pasar el rato, jugaba con mis muñecas, subía a jugar con sus mascotas o escuchaba algo de música Y me ponía a bailar, mi actividad preferida.

Por las noches solo esperaba la llegada de mis padres, en cuanto llegaban mis ojos realmente se iluminaban era el único momento que podíamos compartir, después de eso iba a dormir y a la mañana siguiente era lo mismo así pase el último año de preescolar, el cual fue verdaderamente bueno aunque una niña me molestara... Pero, conocí a Nicky y Mon, amigas muy especiales y con demasiada sinceridad y cariño dentro, para el los últimos meses empezamos a practicar el vals para concluir el ciclo de prescolar y entrar a una nueva etapa, en los ensayos corregía a mis compañeros si se equivocaban pero también me concentraba en mi, a la profesora le gustaba mucho  el como bailaba y no tenía dificultad para aprender.

Todo fue un reto, realmente un reto, desde pequeña fui independiente pero ese año lo tuve que ser aún más ya que ahora estaba sola, estaba rodeada de gente pero ninguna de ellas podía transmitir esa calidez de mis padres.