09

44 9 0
                                    

Serim's Pov

Después de aquella travesura por parte mía, mi linda teñida salió de la habitación casi echando humo por sus orejitas rojas.

Y sus orejitas de ese color solo significaban algo.

Molestia.

──Oh, mi Eunji, tú comenzaste con esta guerra. Ahora te toca soportarme hasta que te dignes a hablarme nuevamente── Dije para mí misma mientras aún seguía, en una pose de estrella de mar, tendida en nuestra cama.

──Tal vez, solo tal vez, fui un poco malvada con ella── La culpa de verle enojada me estaba carcomiendo cuando le encontré sentado en el sofá viendo directamente a la pantalla negra de la televisión con sus bracitos cruzados y un puchero en su rostro, y sin dejar de lado sus tiernas orejitas y mejillas rojas por el mismo motivo.

«¿Quieres que te recuerde todas las bromas que te ha hecho?»

Comentó aquella vocecita de mi cabeza —Estoy llegando a pensar en que aquella teoría de que mi subconsciente tiene vida propia no era tan descabellada— Murmuré.

«¡Te recuerdo que te robó tu sándwich! y te ignoro cuando pedías mimos. ¡Los mimos son algo sagrado para ti y ella no le importó dejarnos sin ellos por casi un día entero!»

Okey, tal vez en eso sí había algo de razón.
Los mimos son algo preciado para mí (más cuando son de Eunji), y ver que mi novia prefería ignorarme y grabar, dolió.

No me lo tomen a mal, me gusta cuando mi chica se emociona grabando para ustedes, pero siempre que llego de mis entrenamientos deja todo de lado y corre a mis brazos para llenarme de besos por todo el rostro, importándole muy poco si estoy sudada.

«Siempre tan linda mi rubia»

Sonreí como tonta enamorada al recordar lo bien que se siente ser recibida por tanto cariño de su parte después de unas largas horas de regaños en los entrenamientos.

«Si muy linda y todo pero... ¡Alerta roja, es un 3312, huye a tu escondite más profesional Jo!»

Aunque claro, mi subconsciente con vida propia nuevamente se hizo presente para arruinar mis bellos recuerdos y suspiros embelesados que se me escapaban sin querer.

Mire a mi novia comenzar a hablarle a la pantalla de la cámara que llevaba consigo, así obedecí a mi subconsciente y me escondí debajo de la mesa, nuevamente.

«Si, este es el mejor y el más profesional escondite para mí, y se callan»

Si en ese momento fuera un perrito, sin duda alguna estaría como Coco.

Con una oreja bien alzada mientras escucho el chismesito.

──¡Esto se esta volviendo cada vez más difícil!── Escuché a mi novia pronunciar aquellas palabras en un tono bastante alto ──Ups. Lo dije muy fuerte... Hagan changuitos para que Serim no me haya escuchado── Volvió a decir.

«De nada sirve hacer chasquidos, lo he oído, pero para que mi Eun no se queje, lo haré»

Crucé mi dedo índice junto con el medio para crear los famosos changuitos, según Eunji.

──Creo que Rimmie se ha dado cuenta del reto,  chicas/os── Levanto un poco el mantel de la mesa para poder observar donde se encontraba Eunji── Seriamente ya no sé si seguirlo, pues ya lo ha descubierto── Silencio unos segundos ──Eso es lo que yo supongo── Completó.

La teñida prosiguió hablando de muchas cosas frente a la cámara, y Serim seguía en el mismo lugar escuchando.

Al menos así era hasta que...

──¡Aléjate satanás!── Se escuchó un grito bastante agudo, seguido de un fuerte estruendo de algo o alguien, siendo golpeado.

En este caso, era nuestra Jo Serim quien se había dado un fuerte golpe en la cabeza al intentar levantarse y esquivar el feo insecto que osaba de molestar en aquellos momentos.

──Pero, ¿qué ha sido eso?── Exclamó una Han asustada ante aquel grito tan agudo, proveniente de su castaña ──A la mierda el reto, mi Serimmie se ha golpeado── Dijo al ver a su novia Jo tallandose la cabeza por el fuerte impacto mientras se reía a carcajadas para disimular el dolor.

──Maldito insecto, arruinaste mi plan── Murmuró Serim al ver al animalito caminando como si nada en otra dirección.

──¿Estás bien, mi traviesa Rimmie?── Y aquí es donde la castaña se paralizó por completo al oír la dulce voz de su novia hablarle por fin, después de horas de desesperación.

──Te debo una, compadre don bicho── Sonrió levemente Serim antes de levantar su cabeza para conectar su mirada con la de su teñida.

ㅤ❛ㅤ24 HORAS IGNORANDO A SERIMㅤ( 天 )ㅤmidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora