C: O2

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—Llámame Seungminie hyung —el joven de diecinueve años sonrió hacia su pareja, emocionado con la idea de ser tratado como mayor.

Hyunjin rió, sus ojos convirtiéndose en medialuna, realmente estaba enamorado. Complaciente, como siempre, Hwang hizo lo que su cachorrito le pidió.

Seungminie hyung —continuó dejando un beso en la regordeta mejilla de Kim, quien sonrió satisfecho.

Esa petición se repitió incontables veces en su relación, y el mayor de ambos siempre cumplía con su respuesta, mientras ambos acababan en un enorme back hug.

La historia es diferente ahora.

Hyunjin no tenía idea de qué cada vez que llamaba 'hyung' a Minnie, su ego sufría una incontrolable elevación. Pero, como siempre, se mantenía bajo perfil.

El hecho de que Hyunjin fuese tan obediente a sus demandas es muy satisfactorio, y se ha convertido en algo que con el paso del tiempo crece cada vez más.

Seungmin no es estúpido, él conoce a su novio como la palma de su mano. Claramente se iba a percatar de todos los sonrojos provocados por él, la manera en que Hyunjin se encogía con la respiración agitada al ser tirado del cabello a la mitad de un beso. Las contantes huidas cuando sentía la confianza de coquetearle descaradamente, y el tartamudeo en su voz le indicaba que algo había cambiado.

Sus sospechas crecieron en las noches que a Hwang le costaba tomar el dominio, cuando el volumen de sus quejidos aumentaban a gemidos, cuando le pedía sutilmente estar abajo; y sobretodo, cuando a mitad de una mamada se le ocurrió que era buena idea dejar sus manos vagar más allá de los muslos de Hyunjin.

Seungmin podría jurar que con el mínimo roce experimental, Hyunjin se soltó repentinamente en su boca.

Así que aquí estamos, Hyunjin acorralado contra las baldosas frías de la ducha, demostrando ser muy obediente a su hyung.

Tras unos momentos de silencio, sus mejillas adaptan un tono rojo, y se prepara para repetir las palabras impuestas por el menor.

—S-Seungminie hyung, por favor, necesito que me... me beses —después de todo, y con la mirada pegada a los labios de Kim, puede soltar las palabras ansiadas.

Una vez más, Seungmin demuestra estar complacido con su receptividad. Un tarareo ligado a caricias suaves en las mejillas rojas de Hwang, es lo último que otorga antes de posar sus belfos contra los ajenos.

Los ojos de Hyunjin se llenan de lágrimas, feliz de ser besado luego de semanas. Sus manos temblorosas llegan a la sudadera de Kim, aferrándose como si fuese su única forma de mantenerse cuerdo, apretando el material gris hasta formar arrugas en el algodón.

En ese instante, su mundo se sujeta al maravilloso e hipnótico movimiento de boca contra boca, uno que otro apretón de mejillas, y la lengua del menor intentando ingresar a su cavidad.

Para haber sido dos semanas sin besos, ni toques, este compensa todo el tiempo que han estado anhelandose el uno al otro.

Es inevitable caer en la bruma de sentimientos compartidos en un solo beso. Sienten el amor, deseo y protección plasmados en el roce de labios, la respiración de contrario y en los latidos de su corazón.

Sin poder aguantar más, Hyunjin toma el valor para soltar el abrigo de Seung y traspasar sus manos hacia las mejillas de Kim, atrayendolo más a sí mismo, asegurándose de que el espacio entre ellos fuese nulo.

Ante su acción, Seungmin sonríe contra sus labios. Ese lado de Hyunjin del que había estado sospechando, en este punto estaba sin control, y actuaba a placer propio.

⎯⎯「 ㍿ 」  あ ꠩ switchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora