𝐴𝑏𝑎𝑗𝑜

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Había terminado de empacar lo poco que había mío en la habitación, siempre había evitado traer tanto equipaje porque sabía que no era necesario para nadie quedarme más de lo necesario y en este momento lo agradecía.

Era pasada la noche, no había visto mi celular más de lo necesario, que fue para comprar un tickete de vuelta a casa pero aún así podía asegurar que eran pasadas las diez.

Me había recluido a la habitación toda la tarde, nadie volvió a subir y yo no volví a bajar, sabía que no tendría una despedida de la mayoría de los Min, sin embargo como siempre, albergue esperanza innecesaria.

Giré sobre mis talones, dando un último recorrido a la habitación, cersiorandome de que no me faltara nada, una vez terminado el recorrido mi mirada se detuvo en el ropero, no quería volver a recordar y llorar por la esperanza que yo solo me había echo así que aleje mi mirada del estúpido ropero que no tenía la culpa de nada y me dirigí en silencio con mi maleta en mano.

Abrí la puerta y lo primero que vi fue oscuridad, parpadee hasta acostumbrarme y una vez echo me percate de alguien sentado a un lado de la puerta.

Sentí mi corazón latir desesperado por el susto, YoonGi estaba dormido aún lado de la puerta.

Me agaché a verlo mejor y abrí los ojos con sorpresa, no era YoonGi, era JungKook.

Frunci el ceño al verlo ahí, me aleje en silencio antes verificando dejar la puerta cerrada.

No quería saber para que estaba ahí, ya tenía suficiente de las palabras hirientes de JungKook.

Baje las escaleras en silencio, cuidando no hacer ruido para que nadie saliera, no quería ver a ninguno.

Al final de las escaleras, me encamine hasta la salida, pero me detuve al escuchar murmullos en la cocina, podía reconocerlos como Moon y el señor Min, no pude evitar titubear sobre que hacer.

El señor Min fue quién mejor me trato, no podía solo irme sabiendo que estaba en la cocina y bien podía despedirme de él y de la pequeña Moon que no había podido evitar querer con todo mi corazón.

Suspire y solté la maleta, dejándola a un lado de la puerta, sabía que era muy extraño que me fuera antes de lo previsto y que de seguro tenía idea de lo que había pasado, más tomando en cuenta que YoonGi pudo haberles dicho o simplemente, el señor Min era ignorante sobre todo lo que estaba pasando.

Me incliné a lo último y con un poco de temor me encamine a la cocina, encontrándome con el señor Min comiendo torta fría con la pequeña Min en el taburete de la cocina.

No pude evitar reír un poco al verlos a ambos con las mejillas y barbillas llenas de postre, al igual que las manos de Moon.

-Hola- hablé sintiendo un peso caer lentamente sobre mis hombros.

-Buenas noches JiMin!- el señor Min se río y Moon lo siguió de manera tierna.

-Yo me disculpo por haberme ido hace un rato y por el regalo que realmente creía era YoonGi- llevé mi mano detrás de mi cabeza -No quería parecer un metido, solo, YoonGi nunca me dijo quien era y asumí que era su embarazo- alcé la vista a ambos Min, Moon tenía sus brazos estirados a mi, y primero le dirigí una mirada al señor Min y cuando me asintió la tome en brazos.

Sentí sus manos pegajosas tocar mi rostro y solo pude reír al ver su inocente acto. Dirigí mi atención al señor Min que se había mantenido en silencio y volví a hablar.

-Realmente lo siento y por eso debo irme, tenía pensado salir más temprano pero t-tenía problemas con la maleta- decidí mentir a decir que de tanto llorar mi vista estaba reducida a casi nada.

𝚅𝚒𝚛𝚊𝚑𝚊 - 𝚈𝚘𝚘𝚗𝑀𝚒𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora