Capítulo 5

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El Sol brilla con intensidad, la brisa es suave y el bullicio se oye a lo lejos.

Takemichi camina apresurado hasta la habitación que comparte con Manjiro, sonríe al encontrar al chico de blancos cabellos recostado sobre las mantas.

—Mikey, ya casi todo está listo —sonrie a pesar que sus orbes azules están llorosos.

Y Manjiro siente como le clavan una estaca en el corazón, que este muerto no significa que carezca de sentimientos. Mira al azabache intenta decirle que todo está mal, que se hacen daño, que deben detenerse, sin embargo, cuando Hanagaki le sonríe y lo abraza con cuidado es incapaz de pronunciar alguna palabra.

—¿Cuándo será?

—Mañana.

Manjiro agacha la cabeza, se deja mimar por el de cabellos oscuros.

Por obvias razones no hay un cura para casarlos, si Takemichi se atreviera a contratar uno probablemente lo llamarían loco y se armaría tremendo escándalo.

Hanagaki sabe que está mal, que sus acciones son erróneas y forzadas, pero si eso le hace feliz que más da.

Manjiro sonríe, está parado a un costado de un gran roble que tiene cintas de color blanco colgadas de sus ramas. El traje de color negro se ajusta a su cuerpo combinando con su piel pálida.

El azabache camina hasta llegar frente a él, ambos se miran por un momento dejándose llevar, se toman de las manos con delicadeza.

—Estas seguro de continuar.

—Si.

Algunas lágrimas caen por el rostro de Hanagaki, desea creer que son de felicidad y no porque siente que esta atando a la persona que ama.

Ambos se susurran promesas, deseos y un final feliz, se miran con cariño, como siempre fantasean con otra realidad en donde Manjiro esta vivo, sus amigos están junto a ellos celebrando su boda y Takemichi pudo ser el héroe de la historia, pero para salvar a otros debes salvarte a ti mismo y Takemichi nunca pudo salvarse a si mismo, siempre terminaba en el mismo lugar sin aspirar a nada, sin sueños o metas tal vez por eso se le hacia fácil entregar su vida por otros, sin embargo, cuando conoció a Mikey decidió que siempre estaría a su lado.

Eran almas gemelas, y estas a veces no tienen un final feliz, no pueden estar juntas ni anhelar un mañana.

Porque amar es doloroso, incomprensible e irracional, no se ama porque sí se ama porque se tiene la capacidad de entregar todo por nada, porque la locura te ciega y la obsesión de tener al ser amado te enferma.

—Quédate a mi lado Takemitchy

—Por siempre —finalizó, cerró los ojos.

Con el pasar del tiempo la forma de Manjiro se deteriora, al igual que la nieve va desapareciendo hasta que Takemichi no puede sentir nada y abre los ojos aceptando la realidad.

—Siempre pides que me queda pero tú nunca lo haces, Mikey.

Fantasma de Invierno [Takemichi x Mikey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora