Las Cronicas De Los Blight: Odalia y Alador

Debut

Mientras se dirigían a su puesto, Odalia no pudo evitar fijarse en todas las presentaciones de los demás estudiantes. Esperaba que la mayoría de las presentaciones fueran mediocres en el mejor de los casos debido a las limitaciones de tiempo del evento, pero tuvo que admitir que había bastante talento en la sala.  Aunque no debería sorprenderse, la mayoría de los estudiantes que estaban allí esa noche eran estudiantes de último año de Hexside. Básicamente, cualquier estudiante de Hexside que quisiera entrar en un buen aquelarre tenía que trabajar en sus proyectos de último año. Estos proyectos eran esencialmente sus solicitudes para los aquelarres a los que querían unirse después de graduarse. Si tenían la suficiente suerte esta noche, podrían asegurar su futuro si la bruja adecuada se fijaba en ellos.  

Sin embargo, ninguno se acercaba a Alador y sus inventos. Aunque la Noche de Blights no era una competencia, el objetivo principal del evento era destacar. Esperaban impresionar a las brujas de alto nivel presentes esa noche. Estos podrían convertirse en futuros clientes o inversionistas. Además estaban los miembros del aquelarre de abominaciones que podrían ayudar a Alador a establecer Industrias Blight una vez que llegara el momento.

"Odalia", dijo Alador con su habitual voz monótona. Llevaba en la mano una caja llena de varias baratijas. 

"Lo siento, querido, estaba distraída, no te oí...", respondió ella, apenas dándose cuenta de que ya habían llegado a su puesto. 

"¿Te pregunté si estabas lista para presentar?", dijo él mientras empezaba a montar algunos expositores. 

"Oh, sí, por supuesto, voy a preparar los blancos", dijo mientras se dirigía rápidamente a algunas de las cajas que habían traído. 

Como este evento no era una competición, no había reglas en cuanto a lo que podían presentar. Así que decidieron aprovechar la oportunidad y convertirlo en un mini debut para Alador. Aunque la mayoría de la gente sabía que Alador era bueno con las máquinas y que tenía un estilo único de magia, no muchos sabían que era un inventor con talento. Esto se debía en parte a que Odalia tenía la paranoia de que alguien le robara las ideas a Alador. Muchos habían visto algunos de sus proyectos aquí y allá, pero nada de eso se comparaba con lo que guardaba en casa. Que es lo que presentarían esa noche. 

Odalia se apresuró a preparar algunos blancos mientras Alador trabajaba en el montaje de algunos de sus inventos. Habían decidido llevar varios inventos pequeños y terminar con el proyecto que tenía previsto presentar en el concurso de abominaciones. Una gran multitud se había formado a su alrededor mientras se instalaban. Parecía que todo el mundo tenía curiosidad por ver lo que Alador podía hacer. Ella había pasado mucho tiempo promocionándolo ante cualquiera que la escuchara. Era agradable ver que sus esfuerzos habían dado algún fruto. Una vez que todo estaba preparado, era el momento de comenzar el espectáculo. 

"Alador, ¿estás listo?", le preguntó. 

"Sí", respondió él mientras se ponía un par de guantes de cuero de color café con aditamentos mecánicos. 

"Bien, empecemos entonces", dijo ella mientras se colocaba frente a su puesto para mirar al público.  

"¡Si me permiten su atención, por favor! Tengo el honor de presentarles por primera vez a la nueva estrella emergente de las Islas Hirvientes, Alador..." su discurso se vio interrumpido por los repentinos jadeos de la multitud una vez que Alador activó sus guantes.

El sonido de la energía crepitante ahogó el ruido del evento. Cuando Odalia se volvió para mirar a Alador, vio que estaba rodeado por un orbe de chispas rosas. Llevaba su bata de laboratorio púrpura junto con sus gafas, lo que le daba el aspecto completo de un científico loco. En definitiva, era un espectáculo que seguramente dejaría una impresión duradera en cualquiera que lo viera.