Vincenzo; Song Joongki.

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—Eres muy lista— llevó unos de sus dedos a un costado de tu cabeza y la tocó varias veces.

Lo miraste y sonreíste.

—He terminado por hoy— dejaste tu cuerpo resbalar por la silla y cerrare tu computadora.

—¿Estas cansada? — te preguntó recostando su cabeza en la mesa.

Asentiste— Vin.

Te miró esperando que hablaras.

—¿Recuerdas al médico que daba sus rondas en ciertas horas cuando estabas en el hospital?— llevaste tus manos a tus rodillas de forma nerviosa.

—Sí, lo recuerdo. ¿Pasa algo con él?— se preocupó. Porque siempre había tenido un mal presentimiento con él.

Era algo que te estaba jugando de mala forma en la cabeza y no tenías a quien recurrir, más que a tu ahora novio.

Te quedaste callada y negaste.

—¿Recuerdas a mi amiga?— preguntaste, en realidad era tu única amiga.

Asintió— lo que sea que esté pasando, puedes decírmelo.

Tragaste saliva y te preparaste para hablar— intentó tocarme— dejaste salir el aire de tus pulmones— por supuesto que no me dejé pero tocó a mi amiga, incluso la amenazó para que se dejara. Lo golpeé Vincenzo, y sé que estuvo mal pero no supe que hacer, ahora estoy en problemas, incluso podría hacer que mi carrera termine y nunca podré graduarme...— tus ojos se aguaron de la impotencia.

Su cuerpo se acercó al tuyo y te abrazó con fuerza— esta bien, todo esta bien y todo estará bien— llevó sus dedos a tu cabello para acariciarlo y calmarte— no te preocupes por nada.

Aunque la sangre le hervía en ese momento y su cabeza estaba pensando cosas inhumanas, actuó tranquilo para que tú también lo estuvieras.

—No fue tu culpa, ni la de tu amiga. Algunas personas están podridas.

—Él puede hacer algo en mi contra para que me regresen a mi país y arruinar mis estudios.

—¿Y tú crees que yo voy a permitir eso?— se separó para mirarte.

—No se que hacer.

—Soy el mejor abogado de Italia y si eso no funciona, te recuerdo que también soy el consigliere de la mafia.

[...]

Creías que te habías acostumbrado a este tipo de cosas por Hanseok pero cuando viste al mismo médico el día siguiente de rodillas pidiéndote perdón, entendiste que no estabas ni cerca de estar acostumbrada a esta vida.

Sabías que había sido Vincenzo y no querías ni imaginarte lo que le había hecho.

Pero estabas segura de algo, el tipo jamás volvería a hacer algo así.

Lo que no sabías es que solo había sido un engaño para él, porque días después hallarían su cuerpo en una calle cerca del hospital.

Y entonces entendiste, eso significaba estar con el consigliere de la mafia.

Nadie jamás se atrevería a intentar ponerte un dedo encima.