—No me van los de mi edad— dijiste como si nada— deben ser los daddy issues— bromeaste—además, acabo de terminar una relación.
—Tendrás que contarme sobre ese ex novio, debió ser muy importante como para que le sigas guardando "luto"— tu amiga te miró divertida.
— Lo es, sigue siendo importante.
Apenas llevabas un mes haciendo la universidad en otro país. Solo te quedarías seis meses. Era difícil y extrañabas tu hogar. Prometiste volver en cuanto hubieras terminado los seis meses pero tus planes se vieron arruinados.
Por un hombre, Vincenzo Cassano.
Ese día habías salido por la madrugada del hospital, estabas en tu quinto año y te faltaba uno más para graduarte. Así que hacías prácticas en el hospital asignado. Estabas realmente cansada, querías llegar a tu pequeño departamento y dormir por muchas horas.
Todo tu plan se vió interrumpido y tu vida cambió por completo cuando viste a esa delgada figura tratando de mantenerse de pie mientras se quejaba de dolor.
Algo te decía que dieras la vuelta y tomaras otro camino, pero también tenías esa corazonada de que debías acercarte.
Lo decidiste definitivo cuando estuvo más cerca y viste sus manos tratando de hacer presión en lo que parecía ser una herida que sangraba demasiado, a simple vista podías ver qué iba a desangrarse.
Corriste de inmediato hacia él. —Señor —hablaste en inglés porque no sabías italiano.
Y en esos segundos, cuando pudiste llevar tus manos a su cuerpo para tratar de sostenerlo. Se desplomó por completo.
Tus manos se mancharon de sangre de inmediato y trataste de examinarlo, tenía una herida de bala pero afortunadamente había orificio por el cual había salido.
Sus ojos estaban cerrados, había perdido el conocimiento. —No se preocupe señor,— tus manos solo conseguían hacer presión en su abdomen mientras la sangre comenzaba a recorrer el suelo— lo tengo, estará bien. Lo prometo. Haré todo lo posible para salvarlo.
No sabías si sobreviviría.
Tenías muchos recuerdos de esa noche, pero todo había sucedido muy rápido.
" La cirugía fue un éxito, se recuperará. Ese hombre tuvo suerte de que lo encontraras, estoy seguro de que serás una excelente médico , buen trabajo"
Miraste al cirujano y le agradeciste. Hasta ahora no habían encontrado ningún familiar del hombre. Tenía su tarjeta de identificación pero tú no fuiste la que leyó su nombre, así que seguías sin saberlo.
Fuiste a donde se encontraba tu jefa de área. — ¿Puedo hacerme cargo del paciente que ingresó ayer por herida de bala?—preguntaste.
Lo pensó un poco pero al final asintió— todo tuyo, pero cuando le den el alta, tendrás que regresar aquí.
—Gracias.
Era extraño que ningún familiar estuviera preguntando por él. Quizá estaba solo al igual que tú.
[...]
Leíste el nombre en la tabla de información, "Vincenzo Cassano". Es un bonito nombre.
Revisaste que el suero estuviera correcto aunque eso no era parte de tu trabajo si no de enfermería. Estabas tan concentrada en sus datos y en qué todo estuviera en orden qué cuando lo observaste detenidamente tu corazón se aceleró.
Coreano, era un hombre coreano. Esos ojitos rasgados hicieron que tu cabeza recordara a alguien.
Tenía la cara pálida y redonda, y sinceramente se te hacía tierno. Por un momento extrañaste la cara cuadrada y dorada de Hanseok.
—Karen, iremos a estudiar donde siempre, ¿te vemos ahí? recuerda que tenemos examen en dos días— tu compañera te habló desde la puerta.
—Claro, les veré ahí— respondiste desde tu lugar y la viste irse.
Comenzaste a ordenar tu mochila en la pequeña mesa que se encontraba ahí. Hoy no tenías ánimos para nada. Odiabas a Hanseok por hacerte esto, si no fuera por él no estarías aquí. Pero también habían días buenos y sin saberlo hoy iba a ser uno de esos.
Recordaste que tus amigos te habían comentado tener cuidado con el hombre que se encontraba en la misma habitación.
"No lo sé, escuché que es alguien importante, eso es todo"
"¿Alguien que trabaja en el gobierno?"
"No, peor. En la mafia"
"Sal de ahi niña"
" Por eso tiene los mejores cuidados, tiene muchísimo dinero"
" No quiero asustarte pero estoy casi seguro que es el consigliere"¿Mafia? ¿En verdad eres de la mafia? —miraste su cara, era casi imposible. Se veía tan delicado.
Sea lo que sea, no le tenías miedo o algo parecido. Después de todo habías estado con Hanseok y seguías teniendo problemas con él. No sabías que era peor. Es como si tu vida siempre girara en un entorno lleno de cosas sucias; lavado de dinero, corrupción, política y ahora esto.
Alistaste tu mochila y estabas lista para salir de ahí, pero en ese momento viste pasar a uno de los doctores que con solo verlo te causaba escalofríos. Tus compañeras y tú sufrían acoso por parte de él. Trataban de no estar solas cuando estaban en el hospital, te afectaba de otra forma por el trauma que te había causado Guk-Han porque aún no lograbas superarlo del todo.
Lo viste alejarse y sin darte cuenta tu cuerpo estaba muy cerca de la camilla y tenías una de tus manos bien aferradas a uno de los metales. Estabas asustada pero no había nadie que pudiera ayudarte.
Tu pulso se aceleró cuando reaccionaste y giraste sobre tu propio eje. El paciente había despertado, tenía los ojos bien abiertos y para ser sincera, eran preciosos, de esos que te transmitían algo especial.
Se sentó y tú solo te limitaste a verlo, trató de moverse pero se quejó. Despertaste del trance y lo ayudaste.
Sus ojos inspeccionaron el lugar por completo y después se detuvieron en ti.
—Señor Vincenzo Cassano— pronunciaste.
—Que raro, eres la primera extranjera en pronunciar bien mi nombre.
Una sonrisa ladina apareció en sus labios.
Te preocupaste cuando tu corazón comenzó a latir con fuerza, justo como la primera vez que viste a Hanseok.
Y sin saberlo, el pulso de Vincenzo había aumentado.
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Vincenzo; Song Joongki.
Fanfic"Encajábamos a la perfección, como si estuviéramos hechos para estar juntos. Lástima que en esta vida éramos de alguien más". -Historia ligada a "Hanseok". -Contenido sensible. -Contenido explicito. -Inspirado en vincenzo. - Recomendación: no leer...