Why Didn't You Stop Me? - Mitski

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El apuesto muchacho se atrevió a otorgarle un beso en la comisura de los labios, a la mujer mas hermosa y candorosa que pudo conocer en toda su vida, nótese el romanticismo del momento. Sin embargo y sin explicación por la repentina presencia de, quien suponía, era la pareja de aquel apuesto hombre que beso con ternura la comisura labial de otra mujer. La exclamación de sorpresa exagerada de la mujer castaña que ingreso al cuarto sin aviso, separo abruptamente a ambos jóvenes de un ambiente amoroso, a puro terror en sus rostros.

-¿QUE HACES BESANDO A LA  LISIADA?-. Grito con tenue horror, enojo, y drama al ver tal escena desagradable. Puesto que, aquel hombre, decía ser ferviente leal al amor que ambos compartían. Y henos ahí, el hombre que amaba con una cualquiera que ni seria ni será la mitad de ella.

-¿Así es que era de este del hombre del que estabas enamorada? MALDITA LISIADA!.- Se dirigió a la mujer en silla de ruedas. 

La música se mostro pesada ante la muestra de la mujer, una aceptable ambientación para la escena.

- ¿DE MI NANDITO?.- Eufóricamente gritó, con lagrimas por el coraje acumulado. 

-Pues te lo dije - exhalo- que no se te ocurriera poner tus ojos en el - exhalo- Y LOS PUSISTE! EXCLUINCA BABOSA! TE ATREVISTE! - Grito aun mas fuerte, atrayendo a las personas que se encontraban en la casa. - ¡PERO TE VA A PESAR!.- Amenazó.- ¡¡TE VA A PESAR!!!

- Te voy a dar una paliza que no vas a olvidar en tu vida. ¡INVADILA DEL DEMONIO!- 

La ira controlo cada sentido suyo, segando cualquier pensamiento racional, que por siguiente generaría una cadena continua a un desastre irremediable. La mujer de cabello café chocolate se aventó contra la joven que recibió un beso de su amado, no permitiría que alguien como aquella mujer, arrebatara al amor de su vida, no, jamás permitiría tal fechoría. 

Se abalanzó contra la joven en silla de ruedas, los presentes evitaron a toda costa que sus golpes llenos de ira llegasen a su destino. 

- Déjala skafaisj- El hombre atrapo a la mujer de cabellos café oscuro, por consecuencia, recibió una propinada cachetada de la mujer, tirándolo al suelo-.

-¡Ni se le ocurra pegarle a la niña!- Dijo otra señora de traje, un mucama, entrando en escena y defendiendo a la joven invalida. 

-¡Quítese vieja zorra!- Empujo con fuerza acumulada a quien se interpusiera en su camino. Se acerco agresivamente a su contrincante, quien exclamaba suplicas sin poderse mover, obviamente.- Te voy a dar tu merecido, TE VOY A MATAR-. Sus palabras eran una realidad muy cercana. 

-¡Dios mío!- Exclamo la mujer en silla de ruedas.

- ¡Cállate!- le cubrió la boca con furia, expandiéndose en todo su esplendor.- ¡TÚ BESANDOTE CON MI HOMBRE!

- ¡NO! ¡Por favor!- Quiso esquivar la joven agredida

-¡Y EN MI PROPIA CASA!- Gritó aun mas alterada la mujer

No se entendió lo que quiso decir el hombre, pero poco importaba puesto que la mujer atacante y llena de ira, lo tiro al piso con otra cachetada, de nuevo. 

-Y también te voy a dar lo tuyo.- Amenazo a la mucama que derribo para acercarse a la joven en silla de ruedas- Vieja maldita-

La mujer se paro del suelo y salió corriendo al pasadizo, exclamando.-¡SOCORRO! ¡ESTA MUJER ESTA LOCA! ¡SE LE HA METIDO EL DEMONIO!------ 



Anthony apago el televisor antes de que siguiese con el estrepitoso drama de esa novela, mientras permanecía echado en su cómoda cama, rodeado por almohadas y mantas de diferentes colores. 

Donas de canela y Té oolongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora