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Viajar hasta el instituto era algo molesto, más si iba en el carro de su padre con Jarvis como conductor. Era de mañana, el sol apenas iluminaba la ciudad completa y solo chocaba con el techo de algunos edificios. Su vista se enfocaba en las tiendas con toldas que recién estaban abriendo y las señoras que salían a barrer el exterior de sus tiendas o casas. Luego se enfocaba en divisar a los niños que también caminaban a su jornada escolar, algunos con paraguas en sus mochilas y cargando sus loncheras con comida.

-Tony.

Su padre llamaba hace un buen tiempo a su hijo para avisarle sobre sus siguientes que haceres y trabajos que debía llevar en el instituto. Tony solo lo ignoraba y se centraba en ver a esos pequeños humanos caminar hasta sus colegios. La idea de acompañar a su hijo fue por sugerencia e insistencia de su esposa, y como él era Howard, no podía negarse a nada que María dijera.

-Anthony.

-...dime.

-Se agregaron dos nuevos cursos para tu siguiente bimestre, tienes administración de empresas y economía avanzada, pero empiezas hoy. Si lo terminas rápido puedes volver a tener tus tardes libres.

-Estaré todo el día en el instituto.- Fue de cierta forma bien recibida aquella información, no tendría motivos para salir por las tardes a almorzar con personas desconocidas y se quedaría más tiempo en su salón con sus amigos.

-Prácticamente, pero no interfiere con las citas taciturnas que tendrás por las noches. 

-Con la hija del director ¿Es enserio? ¿Luego me reservaras una cita con el príncipe de Gran Bretaña?

-Si esta en la disposición, si.- Miro a su hijo quien le respondió de forma desafiante, era algo que Tony simplemente no podía aceptar y lo comprende, si estuviese en su posición tampoco desearía que lo estuviesen ofreciendo a cualquiera. Pero de alguna manera, es una forma de que su hijo conociera a más personas, gracias a eso Tony pudo conocer a los hijos de Odín y hacerse buenos amigos, así expandió más su circulo social y conoció a más personas, lo que generaba un efecto domino que funcionaba gracias al carácter de Tony. 

Si le preguntaban la razón para buscar una pareja para su hijo, más que el legado de su empresa, era el temor de que Tony fuera manipulado por el hecho de ser omega, lo que interfería mayormente era el hecho biológico de que los omegas son seres sometidos por la voz de alfas o su físico. Al menos, si dejaba a su hijo bajo la protección de alguien que lo cuidara, estaría más tranquilo. Creyó haber hallado esa persona perfecta para cuidar a su hijo en Stephen Strange, pero estaba completamente equivocado, como siempre lo ha estado. 

-Tony.- Volvió a llamar a su hijo. Mario muchas veces le ha insistido acercarse honestamente a su hijo, de lo contrario solo lo alejaría más, solo que no sabe por donde o cómo empezar.- Se que estoy tomando un papel que no me corresponde al juntarte con esas personas, no tengo derecho de tomar decisiones por ti. Pero...por ahora, siento el deber de buscar a alguien que te acompañe un mundo como este. Cuando yo ni María estemos ¿Quién te protegerá?

-...suenas como si te fueras a morir.- El contrario dejo de ver por la ventana y se centro en su padre. Por primera vez, Tony miro fijamente a los ojos de su contrario.- Yo puedo cuidarme solo.

-Por la forma como actúas, pienso que no.

-Si te demuestro que no necesito a nadie ¿Dejarías de buscarme una pareja?

Howard lo pensó por un momento. Su hijo le estaba pidiendo que confiara en él, así como Tony confía en el juicio de su padre, el también debe confiar en las decisiones de su hijo, tampoco es que deseara ver la colera con la que su hijo suele dirigirse a él.- Lo reconsideraría completamente.

Donas de canela y Té oolongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora