Donas de canela y Té oolong

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Alejarse de una persona que amas, puedes ser visto como algo sencillo desde la vista externa; Un necio que se sigue aferrando a algo que no tiene solución. 

Tony Stark tal vez era un necio que se aferraba al simple hecho de amar, no era sencillo olvidarse de todos los recuerdos que compartía con Stephen, ni dejar de sentir la emoción y la esperanza de que ese amor que tanto profetizaba seria respondido algún día. No creía que alguien le podía quitar esa esperanza. 

No se recuerda el momento donde no solo le gustaba la persona que era Strange, sino que amaba cada una de esas pequeñas partes que componían a un simple ser como él. Simplemente sucedió, muy corto para su mente idealizada que pensaba en un amor eterno, "hasta que la muerte los separe".

Recuerda la primera vez que lo vio, tenían 6 y 7 años, su mejor amigo se convirtió en su primer flechazo desde sus cortos 6 años y nos sabe cuando su primer amor. Extraña y honestamente, no tenia ojos para otra persona que no fuera Strange. 

Le gustaba cuando eran niños, era sencillo, jugaban y conoció al alfa con cada detalles que siempre ha guardado en su memoria. Como le paso a Tony, los padres de Strange siempre estuvieron ausentes en los momentos más importantes en la vida de un pequeño niño. Buscaba atención y cariño de otras personas para llenar el vacío de padres carentes. 

Le gustaba cabalgar en caballo y su acento era británico, aunque le avergonzara. Aspirante a neurocirujano al igual que su familia de doctores, amante del té con crepes y buen amigo de Benedict Wong. Elegante fanático de los guantes blanco de seda y sacos oscuros largos, admiraba las reliquias antiguas de cada familia y tenia un telescopio para observar las estrellas. Era brillante por su memoria fotográfica, sarcástico de carácter acido, arrogante y burlesco, aun así, no era un mal tipo, le encanta caminar bajo la lluvia mientras escucha una de las tantas canciones que ha memorizado, la melodía suena en los audífonos y él te dirá el nombre de la canción, como un engreído que se siente superior por recordarse el nombre y año de publicación, sonreirá con arrogancia y orgullo. Le encantaba escuchar los duetos de Luis Amstrongs y Ella Fitzgerald. 

Ahora no existe el reflejo de ese niño solo una persona rota que forjaba caretas. Un cascaron frio, de emociones vacías. 

Si alguien tomaba el suficiente tiempo y paciencia para entender a ese hombre, se daría cuenta de lo cursi y blando que puede ser Strange. A quien le encantaba que las personas lo vieran tocar el piano y el violín, secretamente el violonchelo. 

Lastima que perdió aquello por un ataque de colera, golpearlo tal vez fue algo bueno y algo malo, una decisión al final. Muy en el fondo se arrepentía de atentar contra él. Por otro lado, se felicitaba por propinarle tal golpe, que esperaba lo regresara a la realidad y pisara tierra. Amaba a aquel hombre, que posiblemente ya ni sea su pareja por su evidente indiferencia, pero a veces realmente era un dolor de abdomen. 

Al final perdió algo que posiblemente ni siquiera era suyo, el amor de Stephen Strange era algo tan extraño como su nombre. Perdió ante un hombre que lo vulnero y daño, es consiente que fue una opción entre tantas, un corto pasatiempo para entretener la activa mente y corazón en busca de amor de Strange. 

Con todo eso, ¿Qué pasaba con su propio corazón?. Dejo de pensar en si mismo por un largo tiempo. Faltarse una semana sonaba bien en su cabeza, su orgullo era mayor a su tristeza y decidió que nadie lo debía verlo llorar ni devastado. Aclaro su ausencia con un "celo adelantado que se extendió a una semana". Claro, los rumores volaban, no le agradaba en absoluto el termino "remplazado", Anthony Stark no es ni será una opción, es el o nadie. Su ausencia dejo mucho de que hablar entre los entrometidos y chismosos estudiantes, no es que a Tony no le gustara ser el centro de atención, pero por el momento solo quiere descansar detrás del telón.